Las claves del femicidio en Chile (Segunda parte)

Fuente: Emol

Magdalena Andrade N.


Las tareas pendientes

No se puede desconocer que el femicidio es hoy un problema de índole mundial, que afecta a países desarrollados y no desarrollados.

Disminuir las altas cifras

En Gran Bretaña, dos mujeres a la semana son asesinadas por sus parejas. En Suiza, mueren 40 al año. Y en países como Finlandia, Suecia y Alemania, entre el 40% y el 50% de las mujeres ha sufrido violencia por parte de un hombre con el que ha sostenido una relación. Patricia Arias recogió estas cifras en otro estudio, llamado "Violencias privadas que impactan la seguridad pública", concluido en agosto pasado y en donde se advierte la necesidad de tipificar el femicidio y la violencia intrafamiliar como materias urgentes de responsabilidad pública.

Mejorar estadísticas: dónde, cómo y cuánto

Por ahora, las investigadoras y todos quienes siguen el tema alimentan sus estadísticas sólo a partir de los recortes de prensa, lo que no permite tener toda la información. Por ejemplo, falta saber cuántos femicidios ocurren en los sectores acomodados, donde los hechos no se exponen de la misma forma que en los barrios más populares, especialmente pensando en la experiencia extranjera, que muestra que los femicidios son transversales a todas las clases sociales.

Aunque sí se ha evidenciado que el nivel educacional juega a favor o en contra de reaccionar de cierta forma: "Sabemos que en los sectores más altos hay más herramientas para protegerse, entonces se producen menos muertes. Además, cuando tienes más educación, posees más filtros para controlar tu conducta. Pero cuando te educaron a golpes, es probable que tu autocontrol sea más bajo", dice Patricia Arias.

Desarrollar la ruta de la prevención

En la ruta hacia la prevención y descenso de la cifra de mujeres fallecidas en Chile por esta causa, el primer paso ya está dado con la sensibilización de la sociedad sobre el tema, analizan las especialistas. Los siguientes apuntan tanto a tipificar el tema dentro de la ley, para poder hacer un mejor seguimiento de los casos.

La necesidad de legislar

La especialistas señalan que es importante que se legisle sobre el tema. Que se considere al femicidio como una categoría aparte de delito, pero no tanto por la pena para el agresor, "sino porque al tipificarlo, simbólicamente, se generaría una sanción social a la muerte de una mujer sólo por serlo", agrega.

En lo que sí debería cambiar la ley, asegura, es en la sanción a la violencia intrafamiliar. "¿Cómo se puede considerar el atenuante de irreprochable conducta anterior en el caso de un tipo que intenta matar, quemar, mutilar a una mujer, sobre todo si hay denuncias desde hace diez años? No se puede hablar de irreprochable conducta anterior porque ese hombre no tiene una condena. En casos en que la ley debe adecuarse hacia la realidad y efectivamente girar hacia el objetivo que se está buscando. Aunque lo ideal sería que uno pudiera trabajar realmente al interior de las familias y mejorar sus relaciones entre género, los niveles de violencia de la sociedad bajarían notablemente".

Mejorar el sistema de protección tras la denuncia

Este es el siguiente paso, según Claudia Dides y Patricia Arias, porque el proceso no siempre es rápido. La experiencia de países desarrollados como Bélgica, por ejemplo, es un ejemplo que podría imitarse en Chile, dice la abogada: a las denunciantes se les ofrece una casa donde estar para que no tengan que volver a la suya inmediatamente una vez que denuncia.

Para Claudia Dides, en tanto, debería propiciarse una red que incluya no sólo Carabineros, sino también colegios, consultorios y otras instituciones que ayuden a la mujer a alejarse de su agresor. "Hay que inventar algo, pero no puedes dejar en manos de esa mujer, que ha tenido la valentía de denunciar, que haga todo el resto, porque ella está pensando en qué comer, dónde va a vivir, es demasiada carga para ella sola".

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