Boletín 3ª sesión del Taller de Género y Clase: "El rol de las mujeres en procesos revolucionarios"




Presentación de los procesos de lucha de las mujeres y el surgimiento de diferentes corrientes del feminismo en la historia



Revolución Francesa: Surge por primera vez un movimiento feminista interclasista que se constituye políticamente, radicaliza los ideales de la burguesía revolucionaria a la cabeza del proceso, la igualdad, la libertad, la fraternidad. Participan desde las mujeres ilustradas hasta las campesinas, tanto por sus derechos como por la lucha contra el hambre. Se armarán clubes de mujeres, revueltas importantes y una revolución que da paso a un nuevo orden social y productivo: el capitalismo. Las mujeres buscan ser reconocidas como ciudadanas, dado que en la declaración de los derechos del hombre, quedan excluidas, para esto se basarán en la idea del universalismo, al considerar al ser humano agenérico, es decir un ideal de humanidad en que caben hombres y mujeres.

Procesos de lucha, años 1848, 1871: En estos años, se suceden aun procesos de lucha contra el yugo de la aristocracia, en que los ilustrados, los comerciantes y el pueblo se batían en las calles contra el ejército en Europa, por la crisis y la inestabilidad económica. Pero esta vez, la burguesía en un proceso en que ha conquistado para sí ciertos derechos y privilegios, se arrima a la aristocracia, para luchar contra los campesinos y los pobres, como contra los trabajadores y trabajadoras que comenzaban a surgir como clase. Aquí las mujeres del pueblo, las más pobres harán importantes avances, tomando parte activa, la clase trabajadora toma un papel preponderante, logran armas y se enfrenta al ejército de la aristocracia y la burguesía. Se fortalece el feminismo y la participación de las mujeres en tareas militares, organizativas, dirigentes. En 1871 la Comuna de París introduce un cambio importante, siendo el embrión del primer poder obrero y popular del mundo.

Fines siglo XIX y principios del XX: Surge el socialismo utópico, ideas que van a cuestionar el capitalismo como sistema social, dada la cuestión social que genera, miseria, pobreza y explotación. Se acentúan las diferencias de clase y la sociedad se polariza, la mujer accede con su lucha a ciertos derechos democráticos: educación, propiedad privada, libertades económicas, etc. Pero la que logra esto derechos es la mujer perteneciente a las clases acomodadas, de la burguesía que se asienta en el poder, tras haber derrotado en la Comuna de París a los trabajadores y los pobres. Pues el derecho al trabajo asalariado se logra y las mujeres pasan a conformar la clase trabajadora, este derecho al mismo tiempo significó explotación de una clase por otra. El feminismo por estas presiones de la realidad y las divisiones entre intereses contrapuestos de clases, comienza a dividirse. Surge un feminismo liberal que seguirá defendiendo derechos democráticos, surgiendo las sufragistas, que luchan por la participación en la política y la democracia. Las mujeres pobres y trabajadoras comenzarán a luchar junto a sus compañeros de clase, y surgirán los primeros gérmenes de un feminismo socialista, anarquista. El socialismo criticará la situación de miseria y opresión, buscando reformas en la vida de los pobres y trabajadores, el anarquismo también cuestionará el orden de explotación, planteando la libertad radical y la lucha sindical, luego el marxismo, el socialismo científico, planteará una teoría para la acción de la clase trabajadora, y la revolución social para terminar con la explotación y la propiedad privada del capitalismo, enfrentándose a la burguesía. Engels dará una respuesta desde el marxismo y la antropología, al origen de la opresión de la mujer, dando cuenta de que es social y que su opresión se subordina y es servil al orden de la sociedad de clases.

Guerras mundiales y revoluciones sociales: El feminismo que se había constituido como movimiento interclasista, con una tendencia del feminismo obrero de separarse para luchar por los propios intereses de las mujeres trabajadoras y pobres, dará su máxima división durante las guerras mundiales, cuando el feminismo internacional se desintegra para transformarse en feminismo nacionalistas. Las mujeres se dividirán no solo entre clases, sino entre países: imperialistas y pueblos oprimidos. Esta situación hecha por tierra con la unidad y se pasa a la confrontación, las mujeres al mismo tiempo pasan a cumplir roles importantes en la guerra, como trabajadoras cubriendo los puestos de trabajo, desarrollando tareas en las ciudades, etc. Las mujeres socialistas como Clara Zetkin y Rosa Luxemburgo, luchan contra la guerra y a unidad internacional de las mujeres trabajadoras. El proceso de la revolución rusa, que constituirá el primer estado obrero del mundo, tras una dura lucha de los trabajadores y los campesinos pobres contra el yugo zarista y la burguesía, dará una revolución social que permitirá poner en evidencia el más radical proceso de lucha de clases, las mujeres trabajadora y las campesinas darán todo de sí y conquistarán la socialización de las tareas domésticas, el trabajo productivo y el derecho al aborto entre otras cuestiones. Otros procesos revolucionarios como España, encontrarán a las campesinas y trabajadoras junto a las anarquistas y trotskistas, luchando por el poder obrero y popular en las barricadas. Sacan periódicos feministas y se organizan.

El feminismo radical y la segunda ola del feminismo: durante los años 60, tras la recuperación de la economía y la estabilidad capitalista, tras las guerras mundiales, se abrirá un nuevo proceso de crisis política, social y económica. El feminismo radical surge como una escisión del feminismo liberal en feministas radicales y liberales, pues las liberales seguían luchando por reformas parciales, pero con los fenómenos de lucha de clases y la influencia de a izquierda, las radicales plantean la revolución contra el capitalismo como la única salida para la liberación de las mujeres. Luego volverán a dividirse entre feministas y políticas, por la confrontación que surgía de la lucha propia de las mujeres y la lucha contra el capitalismo junto a los hombres. Esta división se agudizaba por una parte por la presión del ascenso de los 60 y 70 de los trabajadores y los pobres, y por otra, porque los partidos de izquierda no daban respuesta hasta el final a los problemas de las mujeres. Si bien en los 70, surge una segunda ola del feminismo que partía de bases marxistas, hubo importantes diferencias teóricas que llevaron a estrategias diferentes. Comenzaba una nueva ola, con el cuestionamiento del papel de las mujeres en la sociedad y en lo privado: se cuestiona el trabajo doméstico, la autonomía del cuerpo y el rol social de conjunto. Se dieron demandas importantes como el derecho al aborto, a los anticonceptivos, la igualdad salarial, la demanda de guarderías infantiles, que se planteaban como reformas hasta un proceso base para cuestionar de fondo la sociedad capitalista patriarcal. Las feministas marxistas plantearán la revolución socialista, las radicales la revolución de las mujeres. Las radicales tergiversan la teoría de Engels, para dar a entender que las mujeres son una clase social o una casta y que la explotación ha sido establecida por el orden del patriarcado, que definiría la sociedad de clases, con las mujeres explotadas y los hombres explotadores. Esta diferencia importante, las llevará a luchar contra los hombres de forma radical, sin dar cuenta de que las mujeres son un género interclasista y que los hombres como las mujeres de la clase trabajadora son explotados por mujeres y hombres de la clase burguesa que mantiene la propiedad privada y se beneficia de la explotación.

Derrotas de los procesos, cooptación y separatismo: luego de las derrotas de los procesos revolucionarios, de los desvíos en Europa y la implantación de dictaduras en Latinoamérica, que significó la defensa brutal de los intereses de clase de la burguesía, se derrota tanto física como ideológicamente a los movimientos sociales, a los trabajadores y los pobres. El movimiento feminista no queda exento de estas circunstancias, y comienza un proceso de división entre las institucionalizadas que son coptadas, y las autónomas anticapitalistas, que resisten pese a la debilidad de sus fuerzas. Este proceso de coptación da como resultado el surgimiento de instituciones de mujeres, ONG`s, y una serie de transformaciones en que el Imperialismo estadounidense, la ONU y el FMI colaboran para evitar cualquier tipo de confrontación y descontento contra a dictadura, se preparaba la transición democrática pactada preventiva. En términos teóricos tendrá implicancias el alejamiento de las feministas de la lucha frontal contra el Estado y el capitalismo, y plantearán tras la fuerza de la derrota, una transformación individual y creativa en los marcos del capitalismo, renegando del “poder masculinista”, que por vía separatista despolitizará al feminismo. Surgirá el feminismo cultural, que planteará una revaloración de lo femenino y junto al abandono de la lucha por la igualdad, planteará la diferencia como estandarte de resignificación de lo femenino positivamente connotado. Es decir, aceptando como natural lo que no es más que las consecuencias de la opresión social de las mujeres como género, así se abandona la lucha por la igualdad por ser asimilacionista del orden patriarcal. Se vuelve a la idea biologicista esencialista de que somos diferentes al hombre y no existe un orden basado en el ideal de ser humano. En Latinoamérica, en los 80 el feminismo resurge ligado a los derechos humanos y los organismos internacionales, que puso a la cabeza a las mujeres en la lucha contra la dictadura.

Surgirán el 81, los Encuentros de Mujeres, donde las feministas pretenderán unificarse, pero existen diferencias estratégicas importantes que se esconden tras la pretendida hermandad. Se dará especial énfasis al problema de la identidad y las teorías como el feminismo que ya no se presentaba como integrador, se acentuaran las diferencias múltiples entre mujeres negras, pobres, lesbianas, entendiéndose a la clase como una diferencia más, esta tendencia será la del muticulturalismo. Pero esto sólo planteará la falta de una respuesta alternativa a la imposición de la dicotomía falsa de la dictadura y la democracia, pues se aludirá que toda idea de revolución hace alusión a un pasado trágico y divisionista, así se tomará como base incuestionable al capitalismo y todo lo que implica, planteándose la inclusión de las diferencias, pero no es posible la eliminación de la diferencia de clase si no se acaba con el capitalismo.

Ultimas tendencias y la actualidad: con la llegada de la democracia y la derrota surgen nuevas ideologías que plantearán la humanización del capitalismo. Esta misma idea por corrientes posmodernas, reformistas, se escuchará en todas partes. Luego de procesos agudos en que las masas han enfrentado y echado por tierra al neoliberalismo en algunos países de Latinoamérica, han asumido gobiernos posneoliberales como los de Chávez y Morales, que reconocen la nueva correlación de fuerzas luego de estos procesos de cuestionamiento a las consecuencias del neoliberalismo y las ofensivas profundas que trajeron las dictaduras. Es así como estos gobiernos con fraseología antiimperialista y por la democratización del capitalismo hoy gobiernan tras los desvíos de los procesos de lucha de masas como en Bolivia en 2001, la lucha contra el golpe imperialista en Venezuela, la crisis en Argentina, La Comuna de Oaxaca en México, etc. Además de estos gobiernos, se mantiene la idea de que los movimientos sociales y los oprimidos darían respuesta llegando al poder a los problemas evidentes tras le desgaste del neoliberalismo. Un discurso recurrente es que la mujer al llegar al máximo poder cambiaría profundamente o sería puntapié de avances para todas las mujeres y los excluidos, pero vemos que hoy, con Condolezza Rice a la cabeza del imperialismo o con Bachelet y otras mandatarias, nada a cambiado sustancialmente, y su llegada al poder no es más que la continuación de los gobiernos neoliberales que gobiernan para los empresarios. Problemas como el derecho al aborto, el salario, el femicidio, no han sido resueltos por estos gobiernos. Y la realidad es que los problemas de las mujeres han empeorado, mueren 400 mujeres en Argentina por aborto clandestino, en Chile se nos ha negado el libre acceso a la píldora del día después y de conjunto las mujeres trabajadoras estamos condenadas al doble trabajo, en la casa y con bajos salarios y flexibilización laboral. Es más, el mismo feminismo anticapitalista autonomista, se ha subordinado a Chávez en Venezuela haciendo depender al movimiento feminista al Estado, ha confiado en gobiernos neoliberales que ni siquiera han dado la demanda del derecho al aborto ni han cambiado nada, tomando una estrategia gradualista de reformas. Nos preguntamos entonces, ¿será con una democracia radical o escapando de las normas como dicen los posmodernos, con reformas al capitalismo, confiando en mujeres de partidos patronales que nos podremos liberar? ¿De la mano de quien hay que dar esta lucha y con que propuesta estratégica y política se enfrenta la situación de las mujeres en este sistema capitalista? ¿Puede darse esta lucha sin tocar las bases de un sistema que explota y oprime a millones de seres humanos entre los cuales las mujeres somos las más pobres del mundo?

Estos cuestionamientos pretendemos abrir para plantear cuál es la perspectiva que se necesita hoy para luchar por la emancipación de las mujeres y los oprimidos.

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