POR QUÉ NACE NUESTRA AGRUPACIÓN PAN Y ROSAS - TERESA FLORES?

DESDE HOY HASTA NUESTRA LIBERACIÓN
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Dada la situación actual de las mujeres, en que se nos ha negado la "píldora del día después", se nos discrimina en todos los ámbitos de la vida, el trabajo, se nos paga un 30% menos que a los hombres, somos discriminadas y abusadas en colegios, sufrimos violencia y hasta el femicidio que queda impune; se nos obliga a asumir una moral que nos condena desde la Iglesia, que nos trata de satánicas por ser lesbianas, por abortar, por intentar vivir y decidir como queramos, pero otros deciden por nuestros cuerpos y destinos.


Por esto y mucho más, porque con la crisis económica mundial queda cada vez más claro para quienes gobiernan los Estados de la democracia para ricos en todo el mundo, con la guerra entre Israel y el Líbano que deja como únicas y verdaderas víctimas a los trabajadores y el pueblo pobre, y sobre todo a las mujeres, miles de niños y jóvenes sin futuro. Y somos las mujeres trabajadoras las que más sufrimos con la carga que los empresarios desatan sobre los hombros de la clase trabajadora con las crisis económicas y sus consecuencias no naturales, como la cesantía, los sueldos de hambre, el trabajo precario, y la miseria en las poblaciones. frente a lo que decimos que la crisis la paguen los empresarios.


Por eso presentamos este programa para empezar a luchar por nuestros derechos e intereses, que debemos empezar a defender por nuestras propias fuerzas sin confiar en los partidos patronales, la Iglesia, el Estado ni ninguna institución de la democracia para ricos y por tanto, tampoco en las otras, como Bachelet que defiende a los empresarios y no a nosotras las mujeres trabajadoras y las que sufrimos la miseria. Por eso levantamos una agrupación de mujeres anticapitalista, clasista y revolucionaria, independiente del Estado de la democracia de los ricos, de los partidos patronales y la iglesia. Pan y Rosas - Teresa Flores se plantea una lucha por nuestros derechos y nuestra liberación, y por la revolución socialista liderada por las mujeres y hombres de la clase trabajadora en alianza con todos los oprimidos y oprimidas para terminar con toda opresión y explotación y sentar las bases de nuestra emancipación efectiva.


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Programa de nuestra agrupación "Pan y Rosas - Teresa Flores"




¿Qué estrategia planteamos para nuestra liberación?


La opresión del patriarcado, las relaciones sociales establecidas milenariamente basadas en la opresión de las mujeres por los hombres, surge al inicio de la sociedad de clases, la cual se basa en la explotación económica y social de un grupo mayoritario por otro minoritario. Este grupo dominante minoritario, extrae el producto del trabajo del primero y conserva la propiedad privada de los medios de producción manejando la sociedad de conjunto. Bajo el sistema económico y social capitalista, la sociedad se divide en la clase burguesa explotadora y la clase obrera explotada.

La opresión de las mujeres, que ha existido en todos los estadios de la sociedad de clases, bajo distintas formas de sometimiento de nuestro sexo, en el capitalismo adquiere formas nuevas, donde se legitima y reproduce para beneficio de los capitalistas. La doble jornada laboral de las mujeres trabajadoras que reciben un salario miserable en las empresas y luego llegan a realizar el trabajo doméstico a sus hogares alargando su jornada, es una muestra de ello, mientras otras mujeres son empresarias y explotan a otras mujeres trabajadoras para deshacerse del trabajo doméstico. Así, los intereses entre las mujeres capitalistas son contrapuestos con los de las mujeres trabajadoras.

Para terminar con el salario miserable que recibimos las mujeres trabajadoras, las consecuencias de los abortos clandestinos que nos afectan junto a las mujeres pobres, la prostitución, la discriminación y la violencia, las dobles jornadas y el trabajo doméstico, y la miseria que viven a diario las mujeres de los sectores populares; es necesario empezar a luchar por nuestros derechos en el camino de terminar con nuestra opresión como mujeres y con la explotación como trabajadoras de raíz, que el capitalismo legitima y reproduce.

Aunque todas las mujeres seamos oprimidas, somos las trabajadoras y las mujeres pobres las que vivimos las peores situaciones bajo el capitalismo. Por esto, nuestra perspectiva de liberación y de lucha debe ser anticapitalista, clasista y revolucionaria. Las mujeres no podemos liberarnos hasta terminar con el capitalismo que reproduce la opresión y mantiene la explotación a los trabajadores y trabajadoras. Entonces es necesario luchar de forma independiente del gobierno, la Iglesia, los partidos patronales y el Estado capitalista que se viste de democracia, que garantizan nuestra situación. Sólo con la revolución socialista encabezada por los trabajadores y trabajadoras en alianza con los oprimidos y oprimidas, los mapuche, el movimiento estudiantil y el pueblo pobre, para socializar los medios de producción y acabar con el capitalismo, podemos garantizar las bases de una sociedad socialista, para comenzar nuestra liberación como mujeres. Sin embargo, comenzamos desde hoy a luchar por nuestra liberación, al mismo tiempo que luchamos por avanzar en nuestros intereses y demandas para allanar este camino enfrentando la sociedad capitalista y las aristas de su opresión sobre las mujeres.

El capitalismo y su seguidilla de crisis, guerras y desastres sociales sostenidos por los capitalistas, asesta los golpes más duros sobre los trabajadores y sobretodo sobre las mujeres trabajadoras, saliendo a exposición toda su miseria e irracionalidad, de un sistema que no tiene nada de eterno, perfecto ni natural y permitiendo más abiertamente el cuestionamiento de nuestra situación.

Es por esto que desde clase contra clase, desde donde siempre hemos dedicado fuerzas para tratar el problema de la opresión de las mujeres, ahora queremos dar paso a la formación de una agrupación de mujeres que formada por militantes de nuestra organización con mujeres trabajadoras y estudiantes independientes se plantee luchar por los derechos y la liberación de las mujeres trabajadoras, junto a las mujeres de sectores populares, jóvenes y estudiantes para enfrentar nuestra situación.

Clase contra clase te invita a hacerte parte de "Pan y Rosas. Teresa Flores".*


Nuestro programa político se basa en la realidad de los principales problemas que las mujeres trabajadoras enfrentamos y la desigualdad que recae sobre las mujeres de los sectores populares, jóvenes y niñas.


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Trabajadoras paro sector público, Noviembre, 2008

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Por eso nuestro plan de lucha actual comienza por:

a) Anticonceptivos libres, gratuitos y de calidad para todas las mujeres que los requieran. Educación sexual en los colegios públicos y en los centros de salud pública para todas y todos, sin la moral de la iglesia machista y conservadora. El derecho al aborto legal, libre, seguro y gratuito para toda mujer que lo requiera. Todo esto garantizado por el Estado.


Ocurren en nuestros país cerca de 160.000 a 200.000 abortos clandestinos al año, la mayoría de los cuales son insalubres y en condiciones precarias, que dejan con secuelas graves a las mujeres trabajadoras y de los sectores populares, mientras las ricas se los hacen en clínicas privadas de forma segura. La ley contra el aborto es una de las más restrictivas del mundo, pues no permite ningún tipo de aborto, ni siquiera cuando el embarazo es producto de violación. El derecho a la píldora del día después tampoco existe de manera libre y gratuita, tras el fallo del Tribunal Constitucional, liderado por la derecha, la Iglesia y el consentimiento final de la Concertación. La ilegalidad del aborto no termina con el aborto, luchemos por esto derechos para decidir nosotras por nuestros cuerpos.

b) Los derechos de las mujeres trabajadoras, a obtener igual salario por el mismo trabajo, no más trabajo inestable y no más subcontratación. Por un salario igual a la canasta familiar de 350.000 pesos. Derechos para las madres trabajadoras: por derecho de posnatal, salas cuna y jardines infantiles gratuitos, garantizados por la patronal y el Estado. Derecho a sindicalizarnos y ocupar cargos sindicales.


Las mujeres trabajadoras somos el 40% de la fuerza laboral en Chile. Cobramos de sueldo entre un 30% y un 40% menor que el de los hombres por el mismo trabajo. Además nos contratan en los trabajos más precarios, subcontratadas, percibiendo bajos sueldos, nulos derechos como trabajadoras y nula estabilidad laboral. Cuando quedamos embarazadas, muchas veces somos despedidas, y cuando trabajamos en condiciones aberrantes perdemos nuestros embarazos espontáneamente. No tenemos derecho a posnatal y no hay donde dejar a los hijos en las empresas mientras trabajamos, además los costos de los jardines infantiles no los podemos pagar. El derecho a sindicalizarse y derecho a huelga para la clase trabajadora es restringido en este país por la impunidad de los patrones, que tienen un Estado capitalista a su servicio que se los permite por ley. Pero para las mujeres trabajadoras es aun más difícil, por las precarias condiciones y el machismo que nos obliga a preocuparnos de los hijos, a ocuparnos de otras tareas privadas de la familia restringiéndonos socialmente de participar y defender nuestros derechos. Luchemos por nuestros derechos como trabajadoras.

c) No más violencia contra las mujeres. Enfrentemos el abuso, la discriminación y el maltrato. Por el derecho a la educación e igualdad de oportunidades de trabajo para las mujeres. No más expulsiones en los colegios por embarazo. Basta de doscriminacíón por género, sexo y etnia. Hogares transitorios para las mujeres víctimas de violencia y sus hijos e hijas, garantizados económicamente por el Estado y bajo control de las propias víctimas de violencia, organizaciones de mujeres y trabajadoras, con gabinetes de profesionales y especialistas, sin presencia policial ni judicial. En nuestros lugares de trabajo y en los sindicatos, creación de comisiones de mujeres, independientes de las patronales, que se ocupen de los casos de acoso sexual o laboral y discriminación hacia las trabajadoras. Subsidios transitorios garantizados por el Estado para desocupadas acordes a la canasta familiar y licencias pagas para las trabajadoras víctimas de violencia con atención en salud garantizado por la patronal. Tipificación del asesinato de mujeres como Femicidio y las más altas penas para los femicidas, abusadores y violadores, todos potenciales femicidas también. Ninguna confianza en la justicia patronal, que las víctimas de maltrato junto a las organizaciones sindicales, feministas, de izquierda y minorías sexuales, determinen y hagan cumplir las penas.


Las mujeres tenemos que luchar contra todas las formas de violencia sobre nosotras: decisiones que toman por nosotras, la desigualdad, la discriminación, el sometimiento social a los hombres, el abuso, el maltrato, el femicidio; que la ley y la cultura reproducen y el capitalismo garantiza por medio del gobierno, el Estado capitalista, sus instituciones y la Iglesia.

d) Por los derechos de las lesbianas, bisexuales y contra toda discriminación por sexo, género y opción sexual. No más expulsiones de los colegios y trabajos por discriminación.

A las mujeres se nos enseña desde la infancia en la familia y en los colegios, muchas veces además con la moral conservadora de la iglesia, a seguir patrones de conducta sexual determinados y diferenciados para hombres y mujeres según los roles de género que la sociedad necesita para garantizar las desigualdades que sirven al capitalismo. Cualquier cambio de comportamiento sexual, es causa de discriminación, violencia y marginación que se manifiesta además en expulsiones en el trabajo y los colegios, en no poder vivir en parejas del mismo sexo. Por eso planteamos unidad en la acción por las demandas propias del movimiento de minorías sexuales, y la defensa de nuestros derechos como mujeres lesbianas, bisexuales, a vivir la sexualidad libremente.

e) Por la liberación de las mujeres del trabajo doméstico y las tareas relegadas por género. Por la socialización de las tareas domésticas: luchemos por poner en pie comedores colectivos y lavanderías, exijamos salas cuna y jardines infantiles para todas las madres, pagados por el Estado y la patronal. Por el derecho al trabajo estable de todas las mujeres, enfrentemos la cesantía y la miseria. Por el reparto de las horas de trabajo para que nadie se quede sin trabajar.

Las mujeres trabajadoras, de sectores populares, las niñas y las jóvenes, somos las que realizamos el trabajo doméstico en la sociedad. Luego del trabajo o como tarea primordial en nuestras vidas, se nos relega este trabajo que es social y que realizamos individualmente. Es un trabajo gratuito, que les sirve a los patrones para ahorrarse el sueldo que deberían pagar a los trabajadores si no lo hiciésemos gratuitamente y que se ahorra el Estado capitalista mediante el cuidado que las mujeres realizan a los enfermos y viejos. Este trabajo gratuito debe ser socializado para que no siga recayendo sobre las mujeres trabajadoras y pobres y para que las mujeres podamos incorporarnos al trabajo social en igualdad de condiciones. Estas transformaciones las podemos empezar a ensayar ahora, pero debemos generalizarlas como una tarea primordial en el momento en que la revolución socialista liderada por los trabajadores y trabajadoras en alianza con los oprimidos y oprimidas, los mapuche, el movimiento estudiantil y el pueblo pobre, siente las bases de la socialización de los medios de producción y con ello terminemos con la propiedad privada. Preparémonos para levantar esta perspectiva de lucha para sentar las bases de nuestra liberación.


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*"Pan y Rosas" es el nombre con el que se llama a la huelga de las trabajadoras de Lawrence (Massachusetts, EE.UU.), que en 1912, culmina con la implementación de la jornada reducida, aumento de salarios y reconocimiento de los sindicatos tras una dura lucha en que, luego de organizar guarderías para sus hijos con el apoyo del sindicato combativo IWW (Industrial Workers of the World), los niños son atacados por la policía muriendo muchos de ellos. Una pancarta de las trabajadoras, se dice, llevaba la consigna "queremos el pan pero también queremos las rosas".

Somos parte de la agrupación Pan y Rosas que comienza en Argentina, que surge al calor de los procesos de tomas de fábrica en 2001 en medio de la crisis, con la participación activa de varias mujeres trabajadoras y estudiantes en la lucha junto a las trabajadoras de Brukman en las asambleas de fábricas ocupadas con compañeras del PTS. El 2003 fruto de actividades como la asamblea por el derecho al aborto libre y gratuito realizada por trabajadoras, estudiantes asistentes al XVIII Encuentro de Mujeres en Rosario, un grupo de ellas comienza a luchar por el derecho al aborto gratuito con una campaña nacional y se plantean luchar por los derechos de las mujeres trabajadoras. Hoy la agrupación “Pan y Rosas”, reúne en Argentina a cientos de mujeres trabajadoras y estudiantes a nivel nacional. “Pan y Rosas” se extendió ya en Brasil y queremos dar inicio a una agrupación en Chile.

Tomamos el nombre de Teresa Flores para reivindicar a esta importante dirigente obrera que junto a su compañero Recabarren, a inicios del siglo XX, en el año de 1913 en Antofagasta e Iquique, en el norte de Chile, fundó centros de mujeres obreras llamados "Frente Femenino y Anticlerical Belén de Sárraga" para luchar por los derechos de las mujeres trabajadoras.


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Pongamos en pie una agrupación de mujeres trabajadoras y estudiantes para levantar estas banderas en todo lugar de trabajo, estudio y en todo el país.

Te invitamos a discutir con nosotras este programa para llevarlo adelante juntas, formar parte de nuestra agrupación “Pan y Rosas – Teresa Flores”, o colaborar y participar en nuestras actividades.

Agrupación de mujeres Pan y Rosas - Teresa Flores, mujeres estudiantes y trabajadoras, militantes de clase contra clase e independientes


Escríbenos a: genero.clase@gmail.com



"El género nos une, la clase nos divide"



Diciembre de 2008


La Historia tiene ejemplos para el presente...¡alguien tiene que ser la primera


Jueves 4 de diciembre de 2008

LA HISTORIA TIENE EJEMPLOS PARA EL PRESENTE


¡Alguien tiene que ser la primera!

Por Celeste Murillo
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En el siglo XXI la participación de las mujeres en los sindicatos sigue siendo un tema de discusión y, aunque todavía persisten fuertes prejuicios, desde el nacimiento mismo de la clase obrera las mujeres estuvieron presentes en los momentos decisivos. No importa si la huelga era de obreras textiles o camioneros, en el norte o en el sur, siempre fueron y son los mismos los que más le temen a las mujeres organizadas: la burocracia sindical y los patrones.


Los “caballeros con pollera”

A fines de 1800, los sindicatos en Estados Unidos sólo permitían la afiliación de varones blancos, dejando por fuera a quienes trabajaban casi siempre en los peores lugares: mujeres, negros e inmigrantes. En estos años una organización llamada Los Caballeros del Trabajo se propuso organizar a las mujeres y de esta manera empezaba una larga pelea que sería continuada por organizaciones combativas y partidos de izquierda.

Con la idea de que clase obrera era una sola, los Caballeros del Trabajo organizaban a un sector importante de la vanguardia obrera, con métodos combativos de lucha y organización. Pero los Caballeros no se limitaron a alentar la participación femenina: pelearon por la organización independiente de las mujeres trabajadoras, lo que permitió el desarrollo de grandes figuras dirigentes. Esto era toda una novedad y por supuesto en la práctica hubo avances y retrocesos. Pero lo que inclinaba la balanza era la política explícita de organizar a las mujeres y a pesar de todos los problemas que existían, a fines de 1880, fue una mujer la que encabezó una de las seccionales más importantes (Chicago). La Asamblea de 50.000 participantes (varones y mujeres) fue presidida por Elizabeth Rodgers de casi 40 años y madre de diez hijos. Elizabeth contó que: “Mi esposo siempre creyó que las mujeres debían hacer cualquier cosa que quisieran (...) pero nunca creyó que me iría tan bien como Master Workam [dirigente]. Fui la primera mujer en unirme a los Caballeros en Chicago. Nos ofrecieron la oportunidad, y me dije a mí misma, ‘Alguien debe ser la primera, y así me decidí’”. Las 50.000 afiliadas de los Caballeros llegaron a ser el 10% de todos los miembros de la organización. A fines del siglo XX, los Caballeros eran perseguidos y reprimidos, sin embargo, habían ganado una batalla importante: la central obrera oficial debió aceptar la afiliación de las mujeres.


La huelga de “Pan y Rosas”

A principios del siglo XX ya nadie podía negar que las mujeres eran una parte importante de la clase obrera y su determinación a la lucha no podía ser ignorada. En 1908 las obreras del vestido de Chicago lanzaron la campaña por la reducción de la jornada laboral; en 1909 las “niñas obreras” textiles conmovían a Nueva York con su gran huelga de los “piquetes móviles” dirigida por Clara Lechmil, la huelguista más “vieja” de 23 años. Mucho más conocida fue la huelga textil que terminó en tragedia con el incendio de la Triangle Shirtwaist Company provocado por la patronal.

En Lawrence (EE.UU.) en 1912 las obreras textiles empezaron una huelga por aumento de salario y reducción de la jornada, pero también peleaban por su derecho a tener una vida digna, allí pintaron la primera pancarta que decía “Queremos el pan, pero también las rosas”. En estos años la IWW (siglas de Industrial Workers of the World, que significa Trabajadores Industriales del Mundo) había tomado la posta de los Caballeros en organizar a las mujeres. Una de sus dirigentes, la militante socialista Elizabeth Gurley Flynn, no sólo fomentaba la sindicalización y participación en la lucha, sino que fue más allá. Decía que si las mujeres después del trabajo tenían que volver a sus casas a realizar ellas solas todas las tareas y cuidar a sus hijos e hijas, era muy difícil lograr que participaran. Entonces empezó a organizar guarderías y comedores comunes para que las obreras tuvieran más tiempo, “La vieja actitud de los hombres de ‘amo y señor’ era fuerte y al final del día de trabajo... el hombre llegaba a la casa y se sentaba, mientras su esposa hacía todo el trabajo, preparar la comida, limpiar la casa, etc.”. La organización democrática de la huelga permitió desplegar muchas iniciativas para alentar la participación de las mujeres, cada mujer que se sumaba traía nuevas propuestas y cada vez eran más.
La IWW lleva adelante medidas novedosas como las reuniones de niños y niñas del sindicato, donde les explicaban por qué sus padres y madres estaban en huelga, para contrarrestar la propaganda antihuelga de la escuela, la prensa y otros sectores contrarios. Otra medida importante, y que logró la repercusión nacional de la huelga, fue la de enviar a los hijos de huelguistas a otras ciudades, para cuidarlos de la represión y que sus madres pudieran participar más en la huelga sin la preocupación de la seguridad de sus hijos. Pero cuando estaba por salir el segundo tren con cientos de niños y niñas, la policía arremetió contra la gente y esto terminó llevando la huelga de Lawrence a la primera plana de los diarios más importantes del país. Las obreras de Lawrence ganaron. Pero no sólo fue importante su triunfo, también mostró el protagonismo decisivo de las mujeres y probó la enorme creatividad obrera que, organizada democráticamente, se despliega de manera impensada.


Ya no soy una sola

La historia de la clase obrera está llena de estas pequeñas historias, que son solamente una parte de la enorme participación de las mujeres, que como vemos todos los días no necesitan permiso de nadie para organizarse y luchar. Las mujeres que levantaron los piquetes móviles en 1909, las que organizaron las reuniones de discusión sindical, las guarderías y comedores colectivos, todas ellas transformaron su vida y la de sus compañeros. De repente las amas de casa formaban la seguridad de los piquetes, las que trabajaron en silencio durante años pasaron a ser oradoras en los comités de huelgas, las que antes habían tenido que agachar la cabeza ahora organizaban un sindicato, las enfermeras montaban y dirigían un hospital para huelguistas... De repente dejaron de ser individuos para convertirse en parte de un todo: ya no apoyaban la lucha de otros, ahora esta era su lucha. Pero el “de repente”, hay que decirlo, en realidad no existe. Lo que sí existió y sigue existiendo son mujeres como Elizabeth Gurley Flynn, Genora Jonson Dollinger, Marvel Scholl o tantas otras, convencidas de que la organización independiente de las mujeres desata una fuerza difícil de parar que da nuevas energías a la lucha de la clase obrera por su emancipación.

Nota de Pan y Rosas Nº 8.
http://www.pyr.org.ar/spip.php?rubrique22

Gran convocatoria en el foro "Marxismo y Feminismo" con Andrea D` Atri...



Gran convocatoria en el foro “Marxismo y Feminismo” con Andrea D` Atri



A eso de las 17:00 horas de la tarde del jueves 11 de Diciembre en la UMCE (ex Pedagógico), ya nos preparábamos para dar comienzo al foro “Marxismo y Feminismo: desafíos para el siglo XXI en un capitalismo en crisis”, con nuestra destacada compañera argentina, dirigente del movimiento de mujeres trabajadoras y estudiantes “Pan y Rosas”, Andrea D`Atri.



Con una convocatoria de más de 100 personas, estudiantes, algunas trabajadoras y profesores, dimos comienzo al foro saludando con un homenaje al estudiante griego de 15 años, Alexis Grigoropoulos, caído la semana pasada en las prolongadas y duras luchas que sostienen estudiantes y trabajadores para enfrentar los descargos de la crisis mundial y la precarización laboral.



Andrea D` Atri, dio su charla en dos grandes temas: planteando la discusión entre el feminismo y el marxismo suscitada en los 70`, cuando la segunda ola del movimiento feminista tuvo que dialogar en todos los términos, con la corriente revolucionaria de la época, el marxismo.



Y una segunda parte en la que abordó la problemática del movimiento feminista tras las derrotas de los movimientos revolucionarios en América Latina, y la división surgida en los 90`, para dar cuenta de los últimos procesos políticos y sociales en América Latina donde las corrientes del feminismo han tenido que probarse.



Planteamos que para el marxismo, la opresión de las mujeres tiene una respuesta concreta en una sociedad basada en la existencia de la propiedad privada y la sociedad de clases, así dimos cuenta que frente a los principales problemas que las mujeres enfrentamos hoy y que hemos enfrentado en la historia, es necesario defendernos pero mirar más allá de la lucha por la igualdad o la mera reforma y luchar hoy por nuestros derechos e intereses con una perspectiva anticapitalista.


Dimos cierre al foro planteando desde Clase y Género - Clase contra Clase, nuestra propuesta de construir una agrupación feminista anticapitalista, clasista y revolucionaria, ante la situación actual de las mujeres en Chile y el mundo, cuando mueren cientos de mujeres asesinadas por sus parejas, ocurren miles de abortos clandestinos, sólo en Chile unos 200.000, dejando graves secuelas para las mujeres mientras el aborto sigue penalizado y ni siquiera tenemos derecho a la píldora del día después. Cuando mujeres en cargos políticos como Bachelet no son garantía de nada para las mujeres trabajadoras y de sectores populares que enfrentamos los bajos salarios, la miseria y la crisis económica que comienza a golpearnos, es necesario que no confiemos más que en nuestras propias fuerzas.



Ante esta situación, presentamos en este foro nuestra propuesta de formar una agrupación feminista con militantes de nuestra organización y con trabajadoras y estudiantes independientes llamada “Pan y Rosas - Teresa Flores” e invitamos a discutir nuestro programa.

17 de Diciembre de 2008

Andrea D` Atri en Chile: Marxismo y Feminismo...

FORO:





Andrea D'Atri:

Dirigente del Partido de los Trabajadores Socialistas

(Agrupación perteneciente a la Fracción Trotskista
por la cuarta internacional (FT-CI), integrada también
por Clase contra Clase)


Dirigente de la agrupación de mujeres Pan y Rosas,

que hoy reune a cientos de trabajadoras y estudiantes.
Integrante del consejo asesor del Instituto del
Pensamiento
Socialista "Karl Marx".


Editora responsable de la sección "Mujer"
del periódico Rebelión.
Docente universitaria en Buenos Aires, La
Plata y Córdoba.
Co-fundadora del Centro de Profesionales
por
los Derechos Humanos.



Jueves 11 de Diciembre


17:00 horas


Salón de Eventos – UMCE (Ex Pedagógico)
Av. José Pedro Alessandri 774, Ñuñoa








Comencemos a agruparnos trabajadoras, pobres y estudiantes


Frente a la situación actual: Agrupémonos trabajadoras, pobres y estudiantes para defender nuestros derechos e intereses


Clase y Género

Con cifras clarificadoras una encuesta de Humanas demuestra en que piensan las mujeres cuando se les pregunta sobre su situación de vida respecto al trabajo, al trabajo doméstico, los derechos reproductivos y la violencia en las parejas. Las mujeres encuestadas si bien dan cuenta del avance de las mujeres para ocupar lugares antes exclusivos de hombres, un 92% se siente discriminada en el ámbito del trabajo, un tema de alto interés para las mujeres, puesto que el 66% consideró la independencia económica y el trabajo como lo más importante en sus vidas. La principal discriminación parece notarse en la brecha salarial que alcanza entre un 30 y 40% frente al salario de los hombres por el mismo trabajo, y el 83% plantea en la encuesta la urgencia de que se igualen los sueldos.

Esta encuesta parece dar cuenta del interés de las mujeres trabajadoras de terminar con las desigualdades en el trabajo, que continúa en un gobierno liderado por una mujer como Bachelet. Pero no todo se ha quedado en encuestas, y aunque parece más pasivo el ánimo de terminar con estos problemas, las mujeres empiezan a plantearlos activamente. Basta con leer las demandas de la mesa de negociación de las mujeres trabajadoras del sector público, para dar cuenta del interés por no esperar, sino luchar contra la brecha salarial, por acceso a salas cuna y jardines infantiles gratuitos en sus lugares de trabajo, en definitiva, por exigir con movilización, como lo hicieron, tanto el reajuste del 14,5% como sus propios derechos de mujeres. Precisamente son estos derechos los que las mujeres esperaron del Sernam, que era el plan estrella de Bachelet y que no se ha concretado, hablamos de las "Buenas Prácticas laborales", que después de ya tres años de gobierno de Bachelet no se han concretado y la intransigencia del gobierno de la Concertación para ceder ante la movilización de los trabajadores y trabajadoras del sector público ante la demanda del 14,5% lo demostró. El triunfo del reajuste del 10%, tras días de movilización masiva, demostró en las calles que los trabajadores y trabajadoras, tiene fuerza para luchar por sus derechos e intereses.


Las mujeres trabajadoras y pobres estamos cuestionando nuestra situación

El ánimo de las mujeres trabajadoras por cuestionar su situación, aunque pasivamente quede demostrado en encuestas, está más latente que antes, y esta movilización lo demostró. Las mujeres trabajadoras que votaron el 2005 por Bachelet tiene más motivos para exigir y luchar por sus derechos, la realidad lo ha demostrado. Basta enumerar las problemáticas que las mujeres trabajadoras viven y que no han mejorado como prometió este gobierno de la concertación y la derecha. Hablamos de la violencia contra las mujeres que llega a un extremo de 55 asesinatos de femicidio este año después de campañas de denuncia; de la discriminación en todo ámbito que un 86% denuncia; de la brecha salarial que se mantiene y acentúa con trabajos precarios y sueldos de hambre; de falta de anticonceptivos gratuitos para protegerse de embarazos, como que la píldora del día después dejara de estar a disposición en la salud pública por mandato de la derecha y aceptación de la concertación. Estos problemas bastan para dejar claro que la situación de las mujeres sigue igual e incluso peor con el gobierno de una mujer, como Bachelet, que demostró que no por ser mujer dejaría de aplicar y llevar adelante la política de los partidos de la Concertación, de gobernar junto a la derecha para los intereses de los empresarios. Y ahora que la crisis capitalista mundial comienza a notarse en Chile, de seguro querrán descargarnos la crisis como ya lo vienen haciendo, como con los fondos de las AFP y los mensajes de "apretarse el cinturón", mientras ya planean para nosotras las mujeres, trabajos flexibles, es decir que estemos disponibles a cualquier sueldo y en cualquier momento para ser despedidas. Así lo confirmó Alfredo Ovalle, presidente de la CPC, el organismo de los empresarios que tan bien califican la política económica del gobierno: "Necesitamos, con mayor fuerza, más flexibilidad y adaptabilidad en el mercado laboral, para responder a las actuales circunstancias y disponer alternativas laborales para miles de jóvenes, mujeres y trabajadores". Para esta situación tenemos que prepararnos las mujeres trabajadoras. Bachelet notando esta situación, y teniendo un ultimo año de gobierno para seguir posando de izquierda y defensora de las mujeres, ha llevado al Parlamento el proyecto "Chile crece contigo" que vendría a solucionar, según dicen, las condiciones de las mujeres madres trabajadoras y pobres, pero es difícil creerlo cuando el sistema público de salud hoy se encuentra en una crisis crónica. Y por más atención que se quiera poner en las mujeres madres, que son mujeres muchas veces jóvenes que han quedado embarazadas sin quererlo, un 25% de las jóvenes latinas son madre antes de los 20 años (CEPAL), o mujeres que están casi obligadas a ser madres, son muchas otras como ellas que han decidido desesperadamente no tener más hijos ante un embarazo que no han elegido, como tampoco han elegido las condiciones en que sus hijos nacerán. Creemos que con un plan así, no se resuelve el problema real de las mujeres trabajadoras y pobres, porque al mismo tiempo de tener un hijo en precarias condiciones no pueden tener la posibilidad de protegerse de un embarazo no deseado, de acceder a anticonceptivos como la píldora del día después, a la que sólo acceden las que tienen dinero. Y si hablamos de las cifras alarmantes de mujeres que abortan que son 160 mil a 200 mil, lo que claramente es una realidad escondida y que se mantiene bajo una política tan restrictiva de nula posibilidad de derecho a aborto, en que mujeres se enferman y son denunciadas, ahora estas cifras seguro aumentarán sin una píldora del día después disponible. La vida de las mujeres se ha empobrecido, y con trabajos precarios y bajos sueldos, en medio de una realidad que deja a las mujeres sometidas a estas situaciones, poco y nada puede mejorar un plan de maternidad como éste. Por más que Bachelet diga defendernos, ha demostrado que no puede darnos ninguna solución.


Y frente a la violencia contra las mujeres, ¿qué paso?

Uno de los problemas que el Sernam ha denunciado, después de callar muchos otros, es el de la violencia contra las mujeres, frente a la cual levantó una campaña de denuncia y llevó adelante ciertas leyes para tipificar el femicidio, aumentar las penas, un número de denuncia y casas de acogida. Pero muchas de estas iniciativas son parciales y no se han concretado hasta el final, lo único efectivo ha sido la denuncia que ha contabilizado los casos de femicidio y el gran interés que ha suscitado esta problemática, sin embargo no ha sido efectivo en lo concreto. La encuesta de Humanas frente a este punto revela que un 56% considera que la situación ha empeorado o se ha mantenido igual en el último tiempo, mientras que un 81% dice que la violencia en el pololeo debe ser sancionada. Las mujeres trabajadoras del sector público también plantearon la necesidad de hacer efectivas las denuncias de acoso sexual laboral que hoy se realiza sólo como sumario interno lo que es manejado privadamente sin ninguna efectividad. Con estos datos de la realidad y con la masiva marcha realizada el año pasado a nivel nacional por el 25 de Noviembre, a la que sólo en Santiago llegaron unas 5.000 personas, entre mujeres, juventud y organizaciones de mujeres, queda demostrado el interés en solucionar estos problemas. Aun más masiva fue la marcha este primer semestre contra el fallo del Tribunal Constitucional, liderado por la derecha, el Opus Dei y la Iglesia, que sancionó prohibir la disposición gratuita y libre de la píldora del día después, que el 22 de Abril tuvo marchando en las calles a nivel nacional a más de 35.000 personas, mujeres, jóvenes de capas medias, a trabajadores y trabajadoras en paro ese día, rechazo a esta medida que se mantiene y que encuentra un 80% de repudio al fallo como similar cifra a favor del aborto terapéutico. Las organizaciones que convocaron a estas marchas, la Red chilena contra la Violencia Doméstica y Sexual y el Movimiento por la Defensa de la Anticoncepción, que agrupa a varias ONG`s y grupos feministas, de derechos humanos y de salud, pasaron de llevar adelante grandes campañas y marchas, a culminar en cierres de campaña como "El Machismo Mata" y una pasividad desconcertante, que el pasado 25 de noviembre, día contra la violencia a las mujeres, se pudo ver una marcha de 250 personas en Santiago y otros números similares o más bajos en regiones, una bajísima campaña de la convocatoria en el marco de un cierre de campaña, de la que nadie se enteró más que los grupos feministas. A esta pasividad, si le sumamos el foro realizado por Humanas y la Red chilena contra la Violencia Doméstica y Sexual, al que invitaron a Felipe Harboe, subsecretario del Ministerio del Interior de gobierno, a hablar de violencia contra las mujeres, cuando es el mismo que impulsa la represión a los mapuche, sólo puede revelar confianza no sólo de la Corporación Humanas que expuso en el foro, sino de las organizaciones que en esta red se agrupan. Frente a esto, de pasar de un semestre con masivas marchas, a un semestre con pasividad, la Corporación Humanas si bien da cuenta en sus encuestas de la realidad, junto a estas dos grandes agrupaciones, dejan su confianza depositada en que Bachelet y el Parlamento, en que sólo hay políticos de la Concertación y la derecha (más ex concertacionistas de grupos igualmente patronales), den solución a estos problemas que encuentran un interés activo de mujeres y jóvenes en marchas, de trabajadoras y trabajadores en paros y demandas, y de una gran cantidad de la población.

Para comenzar a enfrentar esta situación y defender nuestros derechos e intereses, siendo las principales afectadas, las mujeres trabajadoras, pobres y estudiantes tenemos que organizarnos.

1) Es necesario luchar por terminar con la brecha salarial, por tener acceso a salas cuna y jardines infantiles pues con bajos sueldos no podemos pagar ningún servicio de este tipo. Las mujeres trabajadoras vivimos entre el trabajo doméstico del hogar y el trabajo remunerado y sin un lugar gratuito donde dejar los hijos para ser cuidados y educados, se hace casi imposible realizar esta doble jornada. Asimismo el posnatal debe ser un derecho, el derecho al trabajo seguro y estable, tenemos que enfrentar la subcontratación que nos tiene sobretodo a mujeres en puestos de trabajo precario. Para ellos hay que comenzar a luchar en nuestros lugares de trabajo junto a nuestros compañeros, sindicalizándonos.

2) Frente a la violencia y el femicidio, tenemos que exigir que los femicidas paguen las más altas culpas, pero el machismo y la violencia contra las mujeres no se puede controlar sino nos organizamos para disminuirla nosotras mismas y hacer efectivas las penas, sin ninguna confianza en la justicia patronal. Porque en los lugares de trabajo el acoso es pan de cada día, moneda de cambio de amenazas de despido y promesas de mejoras, para lo cual es necesario agruparnos en comisiones de mujeres independiente de la patronal junto a los sindicatos, para notificar los casos de acoso sexual. Las mujeres víctimas junto a las organizaciones de mujeres, sindicales, de la izquierda y minorías sexuales, deben hacer efectivas las penas.

3) El problema del aborto y los derechos reproductivos de las mujeres, debe ser enfrentado, debemos exigir anticonceptivos gratuitos libres y seguros y derecho al aborto legal, gratuito y seguro para toda mujer que lo requiera, porque la realidad obliga a 200.000 mujeres a abortar al año, sobretodo mujeres trabajadoras, pobladoras y jóvenes pobres, quedando con secuelas en el cuerpo, en la cárcel y algunas muertas, cifras que por la ilegalidad del aborto son desconocidas pero una realidad latente que todos sabemos que existe.

4) Tenemos que enfrentar estos problemas y todo tipo de discriminación por ser mujeres, las lesbianas somos discriminadas en los colegios y el trabajo, tratadas como enfermas por la sociedad y la misma familia, no hay derecho a concebirse como parejas y asumir la sexualidad libremente.

Para esto es necesario empezar a organizarnos, creemos que un feminismo anticapitalista sólo puede dar solución hasta el final, luchando hoy por los derechos e intereses de las mujeres que más sufrimos la opresión, como somos las trabajadoras junto a las pobres y jóvenes. Una agrupación así tenemos que levantarla para luchar independientemente de los partidos patronales, de la iglesia, del Estado de los empresarios y sus instituciones que en esta democracia para ricos, incluso con una mujer en el gobierno, nos somete a situaciones vida aberrantes. Tenemos que levantar un movimiento feminista anticapitalista, que hoy más que nunca se hace necesario para defender nuestros derechos e intereses, de la mano de nuestros aliados de la clase trabajadora, para enfrentar a nuestros opresores, explotadores y este sistema de dominación capitalista que sustenta en sus raíces nuestra situación. Hacemos un llamado a las mujeres trabajadoras, pobres y estudiantes a discutir levantar estos puntos y formar esta agrupación "Pan y Rosas. Teresa Flores".*


Claseygenero.blogspot.com
Genero.clase@gmail.com
Clase contra clase


*Pan y Rosas nace en Argentina en 2003, es nuestra agrupación hermana conformada por el PTS e independientes que agrupa hoy a cientos de trabajadoras, pobladoras y estudiantes.Teresa Flores fue la compañera de Recabarren, que dirigió los Centros Femeninos "Belén de Sárraga" que agrupaba a mujeres trabajadores del norte a principios del siglo XX, para dar cuenta y enfrentar su situación de trabajadoras y mujeres.

Costa Rica. Grave retroceso de una ley

27.11.2008

ARTÍCULO

Costa Rica. Grave retroceso de una ley

http://www.radiofeminista.net/

En el Día Internacional “No Más Violencia Contra las Mujeres”, miles de activistas contra la violencia sexista marcharon por las calles de San José para protestar por el fallo judicial que anuló dos artículos de la Ley de Penalización de la Violencia Contra las Mujeres.

Mujereshoy. Las participantes en la marcha, manifestaron que el fallo emitido en octubre de 2008 por mayoría de cuatro a siete magistrados de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), significa un grave retroceso porque deja en la indefensión a las mujeres costarricences. Los artículos anulados 25 y 26, penalizan la violencia física que no deja lesiones y la violencia psicológica. Según Ana Carcedo, una de las impulsoras de la Ley, su aprobación fue un gran avance para las mujeres. De ahí que el fallo de la Sala constituye un retroceso histórico que favorece la impunidad y deja desprotegidas a las mujeres. Recordó que el 80 por ciento de las denuncias por violencia acogidas por la nueva Ley, se sustentan en esos dos artículos. La Ley de Penalización de la Violencia Contra las Mujeres fue promulgada por el Presidente Oscar Arias, el 24 de mayo de 2007. Las distintas organizaciones feministas y del movimiento social de mujeres, consideraron un triunfo luego de más de diez años de movilizaciones y cabildeos para lograr su aprobación. En el marco de un reportaje especial sobre las nuevas leyes contra la violencia sexista, Mujeres Hoy conversó en mayo del año 2007 con Ana Carcedo sobre los alcances de la Ley de Penalización de la Violencia Contra las Mujeres.(Ver nota).

En esa oportunidad, Carcedo investigadora y docente universitaria, integrante del Centro Feminista de Información y Acción (CEFEMINA), destacó algunos aspectos de la Ley que para ella eran positivos y que el movimiento de mujeres considera que son un avance en la erradicación de la violencia sexista. “Es una Ley penal”, dijo en esa oportunidad, “y era necesaria porque las medidas de protección de la Ley Contra la Violencia Doméstica se quedan cortas para ciertos agresores. Es específica de violencia contra las mujeres, no es genéricamente neutra. Sanciona todas las formas de violencia física, psicológica, sexual y patrimonial e introduce tipología nueva sin paralelo o tiene cercanía con otros del Código Penal para ampliar la protección de derechos de las mujeres”. El cuestionado fallo de la Sala Constitucional ha logrado movilizar a cientos de mujeres y también a integrantes de movimientos y organizaciones sociales de Costa Rica, además de militantes de partidos políticos y autoridades de gobierno, como la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu), Jeannette Carrillo, quien participó en la marcha de protesta. Carrillo dijo “No puede ser que esto deje ahora en indefensión a gran cantidad de mujeres. Lo que estamos planteando a la Sala Constitucional es que revise su decisión y la reconsidere”. El punto culminante de esta marcha fue el acto de repudio al fallo frente al edificio de la Sala Constitucional, donde las activistas recordaron a las 30 mujeres que fueron asesinadas por sus maridos y/o convivientes durante el año 2007.


Fuentes: Mujeres Hoy, Andrea Alvarado, Radio Internacional Feminista.

Crónica de la marcha del pasado 25 de Noviembre de 2008

Este 25 de Noviembre, una conmemoración y marcha contra la violencia hacia las mujeres reducida y dividida
¿hacia una pasividad y continuación de confianza en Bachelet?




Por María Rojas
Clase y Género (clase contra clase)



El pasado martes 25 de Noviembre, asistimos un reducido grupo de personas a la convocatoria contra la violencia hacia las mujeres, convocada por la Red Chilena contra la violencia Doméstica y Sexual, que concentra a varias organizaciones feministas y ONG`s, que desde el año pasado, han impulsado la campaña EL MACHISMO MATA, denunciando los casos de mujeres muertas en Chile por femicidio. Y a pesar de que la marcha del año pasado fue masiva, este año no, la explicación parece estar en la propaganda realizada, que este año casi no existió, mientras el año pasado no había muralla donde no se viera un afiche. Pero esta campaña coincidió con la que impulsó el Sernam, lo que no es raro si pensamos que este frente de organizaciones dentro de las que está la ONG Humanas, en sus declaraciones hicieron llamados a Bachelet a solucionar estos problemas y han trabajado junto al gobierno en varias ocasiones desde los 90`, y que el pasado jueves 13 de noviembre realizaron el Seminario "Femicidio en Chile: tipificar para erradicar", junto a nada menos que Felipe Harboe, el mismo subsecretario de gobierno que impulsa la represión al pueblo-nación mapuche, para que se les persiga y castigue con la ley antiterrorista.
¿será de la mano de estos agentes de la represión y violencia hacia los oprimidos, que daremos respuesta al problema de femicidio y maltrato a las mujeres?. Parece ser que la confianza en Bachelet va tomando otros ribetes y el movimiento feminista desdibuja sus fronteras y autonomía.
Mientras el acto de conmemoración en Plaza Italia era realizado por este frente de organizaciones, con antorchas y pancartas, esperamos que se realizara una marcha, pero la convocatoria se limitaba a estar parados y ni siquiera hubo cantos o alguna declaración que fuese leída. Cuando empezaron a dar vueltas en círculo alrededor de la Plaza Italia, pensamos que impulsarían una marcha, pero al preguntarles plantearon que no, que no estaba pensado hacer una marcha y que no estaba autorizada. Desde Clase y Género, militantes de clase contra clase e independientes, leímos nuestro volante "¡CUIDADO! EL MACHISMO MATA, OPRIME, MALTRATA. EL CAPITALISMO, SILENCIA, EXPLOTA y AVALA", dando cuenta de la lucha contra todo abuso y violencia hacia las mujeres, solidarizando con la huelga de las trabajadoras de Integra. Luego junto a otros asistentes a la convocatoria, impulsamos la marcha, a la que tuvieron que unirse las organizaciones convocantes. Logramos llegar hasta dos cuadras hacia abajo por alameda, hasta que carabineros nos hizo marchar por la vereda y no nos dejó seguir. Estuvimos detenidos allí un buen rato y quedamos casi solos, pero seguimos insistiendo en marchar hasta que se logró llegar hasta ahumada y luego doblar por plaza de armas. Carabineros nos siguió mientras íbamos por la vereda y cuando llegamos a ahumada, ni siquiera nos dejaron ir por el medio de este paseo que es peatonal!!! Cantamos gritos como "El que ama, no mata, no humilla ni maltrata" y "si señores, si señores, nos prohíben el aborto, estos curas violadores".
Creemos que esta convocatoria, a diferencia de la anterior, no sólo no fue masiva, sino que además, se dio en un carácter de cierre de la Campaña El Machismo Mata, y nos preguntamos si es que se logró algo importante con la denuncia, la campaña y la marcha realizada, que sea sustancial, para dar cierre a esta campaña. La respuesta es que no, porque si bien se denunció y contabilizó los casos, al parecer para este frente de organizaciones feministas y ONG`s se ha conquistado algo sustancial. Lo único que hemos visto es el impulso que el Sernam ha dado a su programa contra la violencia, creando casas de acogida, desplegando fuerzas policiales, impulsando la tipificación del femicidio como delito especial, pero, ¿estas medidas han dado respuesta concreta al femicidio y el maltrato de las mujeres? ¿se redujo acaso la cifra de mujeres que sufren femicidio y que ya va en 55 casos sólo este año? ¿Basta con denunciar, cuando las mujeres están muriendo igual?, ¿basta con estas medidas cuando las mujeres no pueden separarse del agresor si no pueden independizarse económicamente con los salarios de hambre que existen?
Abrimos con estas preguntas una reflexión en el movimiento feminista, pues creemos que cerrar una campaña así, sólo refleja pasivismo y confianza en el gobierno de la concertación y Bachelet. Por otra parte, las "Feministas Autónomas", al hacer un acto aparte, sólo revelan su divisionismo, negándose a la unificación del movimiento feminista que debe discutir sus posiciones y políticas, siendo necesario plantearse la independencia del feminismo del Estado, sus instituciones y los partidos patronales. Es necesario discutir contra la confianza en las instituciones y los partidos patronales, pero al mismo tiempo hay que levantar esta demanda progresiva que es impulsar desde las organizaciones feministas, la lucha contra la violencia a las mujeres y contra el femicidio. Hay que levantar un movimiento feminista que se plantee la lucha por los derechos de las mujeres, por ejemplo, por la conquista del derecho al aborto gratuito y legal, o en este caso, por castigar a los femicidas y cuestionar de fondo la situación de las mujeres en la sociedad capitalista patriarcal. Es por eso que creemos que las distintas organizaciones feministas debemos plantearnos una lucha independiente del Estado, de los partidos patronales (Concertación, derecha, PRI, Mas, Chile 1º), de la Iglesia y el imperialismo, sin confiar en Bachelet que por ser mujer no garantiza nada. Es necesario impulsar un movimiento feminista así, para defender los derechos de las mujeres, sobretodo trabajadoras y pobres, por enfrentar al capitalismo y la clase dominante que mantiene para sus fines la represión, la subordinación de las mujeres, de los mapuche, de los inmigrantes y que explota a las trabajadoras y trabajadores.
Frente al problema del maltrato y las muertes de mujeres, creemos que las mujeres víctimas de violencia y maltrato, junto a las organizaciones sindicales y obreras, feministas, de izquierda y de minorías sexuales, sin carabineros, tenemos que buscar el castigo de los femicidas, y medidas efectivas para tomar esta tarea en nuestra manos, pero sin confiar en que la mera denuncia o la ley den una solución hasta el final. Porque el machismo no es sólo fruto de una relación de desigualdad entre hombres y mujeres que se pueda resolver culturalmente, sino que una de las principales opresiones que la clase dominante mantiene para seguir sirviéndose de la opresión sobre de las mujeres, que los beneficia y así seguir explotando a los trabajadores y trabajadoras y perpetuarse en el poder. Por eso es necesario levantar un feminismo anticapitalista que cuestione de fondo este sistema de dominación, para terminar de raíz con toda opresión y explotación, desde el maltrato, el trabajo doméstico, la miseria de las mujeres pobres y de fondo el lugar de explotadas de las mujeres trabajadoras.

Tenemos que exigir y poner en marcha:

1)Refugios u hogares transitorios para las mujeres víctimas de violencia y sus hijos e hijas, garantizados económicamente por el Estado y bajo control de las propias víctimas de violencia, organizaciones de mujeres y trabajadoras, con gabinetes de profesionales y especialistas, sin presencia policial ni judicial. Jardines infantiles en los lugares de trabajo y estudio gratuitos.

2) En nuestros lugares de trabajo y en los sindicatos, creación de comisiones de mujeres, independientes de las patronales, que se ocupen de los casos de acoso sexual o laboral y discriminación hacia las trabajadoras. Coordinado con la CUT a nivel nacional.

3) Subsidios transitorios acordes a la canasta familiar para las víctimas de violencia extrema, que estén desocupadas. Acceso a la vivienda, trabajo estable y un salario acorde a la canasta familiar de 360.000. Basta de brecha salarial y subcontratación. Licencias pagas para las trabajadoras que atraviesan una situación de violencia, con atención en salud cubierta íntegramente por la patronal y las obras sociales.

4) Tipificación del asesinato de mujeres como Femicidio y las más altas penas para los femicidas, abusadores, violadores y golpeadores, todos potenciales femicidas también. Ninguna confianza en la justicia patronal, que las víctimas de maltrato junto a las organizaciones sindicales, feministas, de izquierda y minorías sexuales, determinen y hagan cumplir las penas.
29 de Noviembre de 2008
clase contra clase
clase y genero

¡Cuidado! El machismo mata, oprime, maltrata. El capitalismo silencia, explota y avala...25 de noviembre







¡CUIDADO!
EL MACHISMO MATA, OPRIME, MALTRATA
EL CAPITALISMO, SILENCIA, EXPLOTA y AVALA

Por los derechos de las mujeres pobres y trabajadoras

SALUDAMOS LA LUCHA DE LAS TRABAJADORAS DE INTEGRA
¡POR EL CUMPLIMIENTO DE TODAS SUS DEMANDAS!
¡BASTA DE VIOLENCIA Y REPRESIÓN CONTRA LAS MUJERES POR PARTE DE LAS
FUERZAS POLICIALES!








El paro indefinido de las trabajadoras de Integra continúa desde ayer lunes 24 de noviembre, porque el gobierno sigue desconociendo el acuerdo que las trabajadoras hicieron el 2007, con la ex ministra de educación Yasna Provoste, de nivelar sus salarios de acuerdo a los de la Junji, que son inferiores hasta en un 50%. Las trabajadoras exigen además, el mismo 10% que obtuvieron los trabajadores públicos tras su movilización, ya que ellas se plegaron a la lucha por el reajuste e Integra pese a ser privado, recibe financiamiento estatal, dependen además de parte de la administración del Estado, sin embargo, no son reconocidas por el mismo gobierno que hasta el año pasado se vanagloriaba de los logros de esta fundación, logros que son obra de las trabajadoras.

Más aún, es bajo el alero de este mismo gobierno, el de Bachelet, (en el que ya han muerto 1 trabajador y dos luchadores mapuche) en que a las trabajadoras se les reprime brutalmente con fuerzas especiales, sin importar que muchas de ellas marchaban con sus hijos al no tener con quien dejarlos.

Es necesario que tanto los demás trabajadores, a través de sus principales órganos como la CUT, y el resto de las organizaciones políticas y de mujeres, solidaricemos con su lucha, ya que estas mujeres representan la doble cadena de opresión que el capitalismo reserva para nosotras, al ser oprimidas como mujeres y explotadas como trabajadoras, y además trabajar bajo condiciones precarias.


¡Por el cumplimiento de todas sus demandas!
¡Por los derechos de la mujer trabajadora!


Van 55 mujeres muertas en lo que va del año. Los asesinatos de mujeres constituyen el último eslabón de una larga y cruenta cadena de múltiples formas de violencia, mucho más habituales y comunes de lo que se cree, como lo son las violaciones, el abuso, los golpes, que vivimos con más crueldad las mujeres trabajadoras y pobres; sin embargo, hay otro tipo de agresiones que viven día a día millones de mujeres y hombres, violencia inflingida por parte del Gobierno de esta democracia para ricos y los empresarios hacia los trabajadores y trabajadoras, a los mapuche y todo aquel que se movilice por sus demandas, haciéndose valer el peso de la ley, la propiedad privada, mediante la represión de carabineros. Por eso lo que exigimos es castigo a los femicidas, abusadores y violadores, pero no de la mano de Felipe Harboe, ni ningún represor, sino que mediante nuestra propia organización en organismos de mujeres junto a los sindicatos y las organizaciones de izquierda, independiente del Estado, de la Iglesia y los partidos patronales de la Concertación, la derecha, el PRI, Chile 1º, MAS.



La situación que vivimos las mujeres trabajadoras y pobres, como la brecha salarial, salarios de hambre de la clase trabajadora, ausencia de jardines infantiles en los lugares de trabajo, o el tan "polémico" aborto clandestino, sin tener derechos al aborto seguro, legal y gratuito y ni siquiera nuestro derecho a acceder gratuitamente a anticonceptivos como la PAE (y la píldora del día después) que este año fue atacado por la Derecha reaccionaria y asesina, con el respaldo de la iglesia y la pasividad cómplice de la Concertación, son algunas de las manifestaciones de la doble cadena de miserias que el capitalismo reserva para las mujeres pobres y trabajadoras, garantizada por las leyes que favorecen sólo a los ricos y dueños de este país, teniendo que depender económicamente de maridos golpeadores, no pudiendo acceder libremente a anticonceptivos por nuestro escaso poder adquisitivo, debiendo exponernos a la muerte mediante abortos clandestinos de alto riesgo, por no poder pagar por un seguro aborto clínico (igualmente clandestino) que las ricas si pagan o no poder salir fuera del país para hacerlo, teniendo que recibir salarios que no alcanzan para vivir.

Todo esto constituye la miseria con la que día a día nos enfrentamos, miseria que está tan naturalizada por la operación ideológica que realizan las instituciones (desde la educación familiar, la educación escolar, la iglesia y el mercado) de esta sociedad dividida en clases sociales que no sólo se sustenta de nuestra opresión y degradación, sino que principalmente de la explotación de millones de trabajadoras y trabajadores por un puñado de empresarios y políticos parasitarios que legislan y administran a su favor.

Los golpes y muertes son obra, en la inmediatez, de hombres aborrecibles que en lo privado nos maltratan; y son obras de fondo, de un orden aborrecible que es la sociedad capitalista. Frente a esto la necesaria denuncia no es suficiente, ni mucho menos debemos confiar en quienes están a la cabeza del Estado de los empresarios, aunque digan que con una mujer como Bachelet las cosas son diferentes, ya que por muchas campañas que desplieguen o por muy progresistas que se muestren -llevando adelante campañas contra ciertos flagelos sociales- al mismo tiempo llevan adelante los intereses de los empresarios. No arrancarán los yugos de nuestra existencia puesto que, la raíz de nuestra opresión figura en el hecho de que somos consideradas una propiedad, propiedad del padre, del marido, algunas propiedad de Dios y otras propiedad pública, pero ninguna de nosotras autónomas finalmente. Para extirpar de raíz las causas del femicidio y de todo tipo de agresión sería necesario entonces, abolir la propiedad privada y para eso es necesaria la transformación radical de la sociedad, no acabaremos con el machismo mientras persista el capitalismo y la sociedad basada en la explotación, la opresión y la propiedad.

El hecho de que el Sernam no de respuesta responde a lo mismo, no han llevado adelante planes como las "Buenas Prácticas Laborales" y otras leyes como la brecha salarial, pues mientras acuerdan con los empresarios sin afectar sus intereses, intentan hacernos creer que se soluciona algo mientras se descarga sobre las mujeres muchas tareas sociales como los cuidados de la maternidad y el trabajo doméstico. Entonces no es una cuestión de que no han sabido "dar en el clavo" frente a la problemática de la mujer, por el contrario, una institución de este carácter jamás podrá resolver de raíz la violencia y la desigualdad, porque simplemente eso significaría afectar los intereses de la clase para la cual trabajan: los patrones y los políticos patronales.

Sin embargo, no esperaremos acabar con esta sociedad para alzar nuestra voz por nuestros derechos y luchar por ciertas medidas concretas, en este sentido creemos que es necesario exigir las más altas penas para los femicidas y golpeadores, y vemos la necesidad de tipificar el asesinato de una mujer como Femicidio y no como cualquier crimen pasional, ya que nombrar la violencia contra las mujeres como violencia "familiar" o "doméstica" es una operación ideológica que tiende a hacernos creer que se trata de un asunto privado, en el que no hay que meterse, pero además, oculta el hecho de que esa violencia ejercida por las personas más cercanas a la víctima, y concretada en el ámbito privado, está originada, sostenida e incluso hasta justificada por una sociedad en la que la violencia contra las mujeres se ha convertido, trágicamente, en "sentido común", pues está legitimado. Como el hecho de que no se evitara que el chacal de Valdivia se suicidara en la cárcel, después de abusar y matar a Sofía Sarabia y Camila Godoy hace algunos días.

Por último creemos que la denuncia y la tipificación, son necesarias, pero no suficientes y que son las mujeres autoorganizadas, en intersección con otros sectores, como las agrupaciones gremiales y sindicales, las organizaciones políticas de izquierda, feministas y de minorías sexuales, sin la presencia de las fuerzas policiales que hoy reprimen a los y las trabajadoras, pobladores y estudiantes cuando salen a manifestarse a la calle, y sin la confianza en los políticos y políticas de la patronal, las que debemos hoy tomar este asunto en nuestra manos, exigir y poner en marcha:

1)Refugios u hogares transitorios para las mujeres víctimas de violencia y sus hijos e hijas, garantizados económicamente por el Estado y bajo control de las propias víctimas de violencia, organizaciones de mujeres y trabajadoras, con gabinetes de profesionales y especialistas, sin presencia policial ni judicial. Jardines infantiles en los lugares de trabajo y estudio gratuitos.

2) En nuestros lugares de trabajo y en los sindicatos, creación de comisiones de mujeres, independientes de las patronales, que se ocupen de los casos de acoso sexual o laboral y discriminación hacia las trabajadoras. Coordinado con la CUT a nivel nacional.

3) Subsidios transitorios acordes a la canasta familiar para las víctimas de violencia extrema, que estén desocupadas. Acceso a la vivienda, trabajo estable y un salario acorde a la canasta familiar de 360.000. Basta de brecha salarial y subcontratación. Licencias pagas para las trabajadoras que atraviesan una situación de violencia, con atención en salud cubierta íntegramente por la patronal y las obras sociales.

4) Tipificación del asesinato de mujeres como Femicidio y las más altas penas para los femicidas, abusadores, violadores y golpeadores, todos potenciales femicidas también.

Tenemos que organizarnos para ser miles y arrancar nuestros derechos, invitando a nuestras amigas, vecinas, compañeras de estudio o de trabajo, a ponerse de pie para enfrentar este flagelo. Pero también convocando especialmente a los trabajadores y a todos los hombres que quieran luchar por una sociedad sin explotación ni opresión, a tomar esta tarea también en sus manos. Porque mientras la clase dominante logre mantenernos divididos, oponiendo a unos y otras, e instalando su venenosa ideología de que hay explotados de primera clase y explotados "de segunda", como las mujeres o las y los inmigrantes, más fácilmente se perpetúa su dominio y nuestra esclavitud.





¡BASTA YA DE TODA VIOLENCIA Y AGRESIÓN INDIVIDUAL Y ESTATAL!
¡POR UN FEMINISMO CLASISTA Y ANTICAPITALISTA!
¡POR LOS DERECHOS DE LAS MUJERES TRABAJADORAS Y POBRES!


Clase y Género
Militantes de Clase contra clase e independientes.
Claseygenero.blogspot.com
Genero.clase@gmail.com



NOS HACEMOS PARTE DE LA MARCHA DEL 25 DE NOVIEMBRE A LAS 20:30 PARA DENUNCIAR EL MACHISMO, EL FEMICIDIO, que va en 55 asesinatos, Y TODA VIOLENCIA SOBRE LAS MUJERES, CONVOCADA POR LA RED CHILENA CONTRA LA VIOLENCIA DOMÉSTICA Y SEXUAL.


LO HACEMOS DESDE UNA POLÍTICA ANTICAPITALISTA, CON INDEPENDENCIA DEL ESTADO, LA IGLESIA Y LOS PARTIDOS PATRONALES, PARA DEFENDER LOS DERECHOS DE LAS MUJERES POBRES Y TRABAJADORAS QUE VIVIMOS LAS PEORES CONDICIONES DE VIDA EN EL CAPITALISMO, QUE MANTIENE LA VIOLENCIA Y EL MACHISMO SOBRE NOSOTRAS, en la vida, en la casa, COMO LA EXPLOTACIÓN Y LA MISERIA que nos mantiene con menos salario por el mismo trabajo, nos acosa y discrimina.


Porque Bachelet y el Sernam no han dado respuestas de fondo y no pueden hacerlo, manteniendo los bajos salarios, la brecha salarial, el fallo del tribunal constitucional que nos niega el derecho a la píldora del día después y el derecho al aborto. Saludamos a las trabajadoras de Integra, que mantienen una movilización por demandas salariales, ya que el gobierno de Bachelet les ha negado el acuerdo de 2007.


Por esto, tenemos que autooganizarnos las mujeres, con las organizaciones sindicales, feministas, de minorías sexuales y de izquierda para dar una respuesta concreta e inmediata, que creemos que es la siguiente:




POR CONDENAS MÁXIMAS A LOS FEMICIDAS, VIOLADORES Y ABUSADORES

POR CASAS DE ACOGIDA CON FINANCIAMIENTO ESTATA Y BAJO CONTROL DE LAS MUJERES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA, SIN LA POLICIA Y CON ASESORIA DE PROFESIONALES
POR COMISIONES DE MUJERES EN LOS SINDICATOS INDEPENDIENTE DE LA PATRONAL DE LAS EMPRESAS, QUE SE OCUPEN DEL ACOSO SEXUAL Y TODO TIPO DE DISCRIMINACIÓN DE LAS MUJERES TRABAJADORAS
SUBSIDIOS ACORDE A LA CANASTA FAMILIAR, PARA LAS DESOCUPADAS Y VÍCTIMAS DE VIOLENCIA, POR IGUAL TRABAJO PARA TODAS. LICENCIAS MÉDICAS Y ATENCIÓN DE SALUD PAGADAS POR LA PATRONAL.



Es necesario agruparnos para ser miles las mujeres que enfrentemos las condiciones a las que nos somete esta sociedad basada en la desigualdad, la discriminación y la explotación. Marchemos trabajadoras, pobres y estudiantes, convocando a los hombres trabajadores, estudiantes y pobres, pues nuestra división sólo es servil a este sistema de dominación.

Si quieres formar parte, asistir a nuestras actividades o llevar adelante algunas ideas y planteos, escríbenos a genero.clase@gmail.com


Clase y Género
clase contra clase e independientes



EL MACHISMO OPRIME Y MATA

EL CAPITALISMO EXPLOTA Y AVALA

DESTRUYAMOS NUESTRAS CADENAS

POR LOS DERECHOS DE LAS MUJERES POBRES Y TRABAJADORAS




Boletín de la 4ª y última sesión del Taller de Género y Clase






¿Cómo se emancipa el género?



La realidad que enfrentamos las mujeres en el capitalismo




Los problemas que las mujeres enfrentamos hoy, encuentran su mayor expresión en la pobreza y el trabajo precario, cada vez son más las mujeres las que integran el mundo laboral, pero también integran cada vez más el grupo humano que vive en la miseria. Lejos de lo que hablan los gobiernos neoliberales y los partidos patronales, de que las mujeres al integrarse al mercado laboral, al otorgarse concesiones e incorporarse al mundo público y político, estarían crecientemente en mejores condiciones que en décadas pasadas, esto no es así. Si bien las mujeres se han integrado al trabajo y son hoy mujeres trabajadoras en gran parte, al mismo tiempo se trata de puestos de trabajo altamente precarizados, con bajos sueldos, mientras además las mujeres no se libran del trabajo doméstico y son muchas las que aun viven dependiendo de sus maridos o familias, y siguen esclavas al trabajo doméstico y el cuidado de los niños, al borde de la miseria.


Por otro lado, que las mujeres hayan llegado a los puestos más altos de la política si bien fue algo nuevo para nuestro género, no es más que la expresión de que los derechos democrático-formales para las mujeres ya constituyen un triunfo logrado con años de lucha, pero que hoy no dan cuenta de los problemas de fondo que vivimos. Porque si es verdad que nunca antes en Chile hubo una mujer presidenta, Bachelet representa un gobierno neoliberal, es parte de un partido patronal que gobierna para los intereses de los empresarios y sus políticas de paridad, no dan solución a los problemas que vivimos las mujeres trabajadoras y pobres, que vivimos con salarios de hambre que Bachelet mantiene. Asimismo, el discurso de que este sería el siglo de las mujeres, o que la democracia daría un vuelco importante, se desvanece en la realidad con gobiernos como el de Cristina Kirchner, que mientras intenta hacer pasar de suficiente la medida de pseudonacionalizar la AFP, mantiene la situación de mujeres que mueren por abortos clandestinos, cifra que llega a 400, y los bajos salarios pese a las altas ganancias de los empresarios. Sarah Palin por ejemplo, candidata a vicepresidenta de EEUU con McCain, representa a las mujeres del sector neoconservador que defienden la subordinación de las mujeres a la maternidad por sobre todo, mientras miles de mujeres no pueden tener hijos por desigualdades económicas y otros problemas.



La realidad de las mujeres pobres y trabajadoras

Las cifras son alarmantes sobre la realidad de las mujeres. Lejos de que las mujeres ya hayamos conquistado logros democráticos suficientes para ser supuestamente "iguales a los hombres" por lograr ciertos cargos o derechos, lo que es una visión reducida e irreal, nuestra situación actual dentro de las relaciones sociales en las cuales existimos son aún más complejas. Para ilustrar esta realidad, tomamos el "informe elaborado por el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA), sobre "Cultura, género y derechos humanos", que señala que un 60% de las mil millones de personas más pobres del mundo son mujeres, así como dos tercios de los 960 millones de adultos que no saben leer ni escribir y un 70% de los 130 millones de niños no escolarizados." (El Mercurio, 12/11/08). Esta realidad que hoy pareciera esconderse tras los cargos que ocupan destacadas mujeres al frente de gobiernos y organizaciones mundiales, existe, y no parece solucionarse con las tibias medidas "sociales" junto al fuerte impacto del neoliberalismo, sobretodo en países de Latinoamérica y otras regiones dependientes del imperialismo. La pobreza, fuente de otros miles de problemas, plantea que es crucial para definir la forma de discriminación y violencia que viven las mujeres. Porque si hablamos de aborto clandestino, son precisamente las más pobres y las trabajadoras las que mueren por éstos, por la insalubridad, hay "más de medio millón de mujeres que pierden la vida cada año durante el embarazo o el parto. (...)", lo que se liga también a la falta de educación sexual, de anticonceptivos a disposición para poder protegerse de embarazos no deseados y de derecho al aborto en última instancia, que las lleva a recurrir a abortos clandestinos y arriesgarse a la muerte. Los datos de este estudio plantean que hay "14 millones de adolescentes que cada año tienen un niño, la mitad de ellas sin haberlo buscado." Es creciente la maternidad adolescente, en mujeres que no han podido elegir cuando tener hijos, porque legalmente no pueden acceder a anticonceptivos al no ser consideradas dentro de los planes estatales por su edad, ya que por lo general las mujeres inician su sexualidad antes de lo que pretende la sociedad. Y por esta causa han tenido que dejar de estudiar o pasar a ser dueñas de casa, postergando toda otra perspectiva de vida. Los datos dicen que "Un 25% de las jóvenes latinoamericanas son madres antes de los 20 años por falta de educación sexual y uso de preservativos, según un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización Iberoamericana de Juventud (OIJ)." (El Mercurio, 30/10/08).


A pesar de que las mujeres en encuestas aseguran estar de acuerdo con el derecho al aborto terapéutico por ejemplo en Chile donde "un 79% se inclina por la legalización del aborto terapéutico" según la encuesta de la Corporación Humanas junto a Oxfam y Fundación Ford, los gobiernos de turno como el de Bachelet han permitido que quede intacto el Fallo de Tribunal Constitucional impulsado por la derecha y miembros de la iglesia, que impidió que la píldora del día después fuese otorgada en el servicio público de salud a toda las mujeres que lo requieran. Lejos estamos de poder acceder al derecho al aborto legal, libre y gratuito, lo que cuestiona que solamente con una mujer en la presidencia, que además está contra el derecho al aborto, esta realidad de discriminación y violencia sobre las mujeres pueda cambiar. A estos problemas que vivimos las mujeres, hay que sumarle los casos de "femicidio" o asesinato de mujeres, la forma más extrema que alcanza esta violencia machista. Por lo general se trata de asesinatos en que los asesinos son hombres que han sido o son parejas de estas mujeres, que luego de situaciones de violencia sistemática llegan al extremo de quitarles la vida. Es una posesión social sobre estas mujeres, que produce esta sociedad capitalista patriarcal, que legitima que los hombres se apropien de las mujeres económica y culturalmente. Por ejemplo, que en la relación dentro del matrimonio no pueda denunciarse una violación, quiere decir que la legalidad legitima que las mujeres sean prácticamente propiedad de los hombres. Pero esta realidad hay que mirarla en todas sus aristas, y aunque si bien todas sufrimos las consecuencias del lugar subordinado que la sociedad nos otorga, vivido de forma diferente por cada mujer, es una constante que las mujeres trabajadoras y las pobres vivamos esta violencia de manera más acentuada. Es una situación de raíces concretas, las mujeres que no tienen un trabajo que les pueda permitir la independencia económica, por que no pueden acceder a él por otras tareas o porque el sueldo no se los permite por su precariedad, viven sometidas a la pobreza soportando violencia por años, lo que se acentuará hoy con la actual crisis capitalista mundial y con la inflación al afectar más los salarios. Toda forma de violencia sobre las mujeres es servil a este sistema capitalista que lo utiliza para que cobremos menos sueldo que los hombres por el mismo trabajo, al mismo tiempo que nos mantiene obligadas a realizar gratuitamente el trabajo doméstico, que les sirve a los empresarios y el estado para no pagarle más a los trabajadores por un trabajo que si no hiciera la dueña de casa o las mujeres, lo tendría que pagar el trabajador a otra trabajadora o trabajador como el lavado de la ropa, la comida, la limpieza, etc. Al mismo tiempo que se nos mantiene subordinadas, las instituciones sociales y la cultura asentada en esta realidad económica desigual, socializa mediante la familia y la estructura social de conjunto, a todos los seres humanos para reproducir estos roles de género, diferenciados para hombres y mujeres, en conductas determinadas que obligan a cumplir estos roles. Las minorías sexuales también sufren el peso de esta estructura social patriarcal y capitalista que los oprime por ponerlas en cuestionamiento, aunque es posible avanzar en sus derechos democráticos y algunos hasta se liberan de esta opresión por pertenecer a la burguesía. Sin embargo la clase, creemos que no puede abolirse ni incluirse como una diferencia que hay que aceptar, pues para abolirla es necesario terminar con la sociedad capitalista basada en la explotación de miles de seres humanos por unos pocos empresarios que produce mil millones de pobres dentro de los cuales las mujeres somos el 60%, mientras la feminización de la pobreza avanza.



¿Qué estrategia para qué emancipación?

Ante esta situación actual de las mujeres en el capitalismo, creemos que es necesario dotarse de una estrategia para luchar por nuestros derechos y terminar con esta situación de raíz que los gobiernos neoliberales y empresariales mantienen. Nuestra realidad no es inmutable ni biológica, sino que es social, por tanto podemos cambiarla. A lo largo de la historia las mujeres nos hemos organizado para luchar por nuestros derechos, cuestionando nuestro rol en la sociedad, que como vemos sigue siendo de desigualdad, discriminación y subordinación. Ha habido varias respuestas políticas y estratégicas que hoy todavía actúan en la realidad en teorías y organizaciones políticas. Las feministas anticapitalistas autonomistas, que hoy plantean democratizar el capitalismo, han renunciado en varios países a luchar independientemente de los partidos patronales, como lo han anunciado en Venezuela al querer dejar de lado la autonomía de los movimientos feministas ante el chavismo y el Estado. Por lo general han tomado la vía gradualista de conseguir por presión a las instituciones parlamentarias y a los gobiernos las demandas de las mujeres. Por otro lado las ONG`s y los institutos y organizaciones internacionales en que participan mujeres con una perspectiva de género, pretenden lograr la "equidad de genero", a través de leyes que esperan que sean votadas por lo mismos que gobiernan, los partidos patronales. Por ejemplo Humanas, en Chile, plantea que la ley contra la brecha salarial está avanzando en el Congreso, pero el gobierno de la Concertación, ni siquiera ha llevado adelante a través del Sernam, el paquete de medidas prometidas en "Las Buenas prácticas laborales" y como dice un lienzo de las trabajadores y trabajadoras del sector público en movilización, "las trabajadoras jefas de hogar, no pueden esperar", mientras hoy exigen estas medidas y el reajuste salarial de 14,5% que la concertación y la derecha se niegan a dar.


Para terminar con nuestra situación de opresión, creemos que si bien se puede avanzar con una lucha por nuestros derechos democráticos, cuestionando las relaciones sociales y culturales, la lucha que creemos que hay que dar es anticapitalista, clasista y revolucionaria porque la demanda como el derecho al aborto, debemos conquistarla las mujeres junto a los trabajadores sin confiar en los partidos patronales, ni la iglesia ni el Estado, manteniendo la autonomía y la propia organización. Pero hay que cambiar de fondo esta sociedad, pues como vemos en Uruguay un presidente puede vetar una ley de derecho al aborto como hoy lo hace Tabaré Vásquez, y puede ser pasada por encima como en Argentina, donde C. Kirchner, impide que una niña violada pueda realizarse un aborto, esto lo permiten estos gobiernos patronales que defienden este sistema capitalista.


Frente a las feministas multiculturalistas, que dicen que la clase es una categoría más como las otras, igualándola a género y etnia, decimos que las mujeres trabajadoras no podemos acabar con nuestra subordinación mientras no terminemos con la explotación de la clase trabajadora y con la propiedad privada de los medios de producción, pues la sociedad capitalista patriarcal se sustenta y se sirve del resto de las opresiones y diferencias para mantener la base que es la explotación de una clase por otra y la propiedad privada, mientras junto al multiculturalismo compartimos la noción de la categoría de género, entendida como la construcción social de los roles sexuales, lo que nos permite dar cuenta de que al estar dada por las relaciones sociales, nuestra subordinación, no es inmutable ni eterna. Frente a las postestructuralistas, que cuestionan la categoría de género por ser una categoría identitaria, creemos que las relaciones sociales producen una esencia y una identidad que cristaliza pero que no es inmutable. Partimos de la base de las condiciones concretas, de que la sociedad está dividida en clases y se articulan desde ahí las diferencias de género, etnia, etc. Como el género no es una opresión discursiva o de reglas sociales a un cuerpo sin esencia, y por tanto la identidad no es una falsa convicción a la que se puede escapar, sino que existe, constituida a partir del conjunto de relaciones sociales, para transformarla es necesario no sólo actuar diferente a lo que dictan las normas sociales, sino que cambiar las condiciones sociales concretas que la sustentan. Entonces no basta con cambiar las relaciones sociales y culturales, cambiando las reglas y roles simplemente, porque es necesario transformar las bases sociales y económicas de fondo. Reconocernos como mujeres oprimidas, porque lo somos, nos permite dar cuenta de la realidad, y para cambiarla tenemos que entenderla. Pero reconocernos como mujeres oprimidas no va de la mano con la exclusión inherente de otros sectores porque reconozcamos nuestra situación, sino que hay que tomar una lucha concreta contra toda opresión que producen las relaciones sociales, como dice Marx, "no se libera quien oprime a otros", por lo que esta lucha debe ser anticapitalista para terminar con todo tipo de explotación, al mismo tiempo que hay que luchar contra todo tipo de opresión. Pues la emancipación de todos los oprimidos y explotados está dada por la lucha de la clase trabajadora contra el capitalismo en alianza con todos los oprimidos por esta perspectiva para su propia liberación. Las mujeres trabajadores y pobres, ante esto, tenemos que luchar por nuestra emancipación dando una lucha de genero y de clase, pues mientras el género nos une, la clase nos divide.

¡Por los derechos de las mujeres trabajadoras!


¡Por anticonceptivos gratis para no abortar, aborto libre y gratuito para no morir!


¡Por un feminismo clasista y anticapitalista!


¡No más muertes por machismo!
clase contra clase-clase y género
19 de Noviembre de 2008