Volante: Por un 8 de marzo clasista y combativo

El 8 de Marzo es una fecha de conmemoración de una huelga de trabajadoras que protagonizaron las primeras luchas contra las condiciones laborales del capitalismo. Sin embargo esto se ha perdido, y se le quita el contenido de clase a esta conmemoración, y los gobiernos de turno aprovechan para impulsar y defender sus políticas e instituciones, como el Sernam, que benefician poco y nada a las más pobres y trabajadoras. Este año no ha comenzado para las mujeres muy distinto del año pasado, pues ya van 14 mujeres asesinadas por sus parejas, es decir 14 casos de femicidio. Por otra parte, lo que sí es nuevo, es que se ha puesto en discusión la importante huelga de los trabajadores /as de Aguas Claras, que han cuestionado la subcontratación y han demandado la negociación inter empresa con métodos propios como la toma de planta, frente a la intransigencia patronal que ha sido muy dura. Las condiciones laborales son muy precarias, donde muchas mujeres sufren pérdidas de embarazo y maltrato, sueldos de hambre con los que nadie vive, frente a las altas ganancias de la empresa. En estos años de gobierno de la Concertación, que han prometido mejoras en la situación de las mujeres pobres y trabajadoras, en especial cuando asumió la presidenta Bachelet que dijo gobernar para mujeres y los más desprotegidos, es poco y nada lo que se ha hecho; veamos en concreto lo que sucede en temas como el aborto, derechos laborales y salarios, y femicidio, que son los temas más sentidos para las mujeres. Aborto y derechos reproductivos: El 2007 y los pasados años de gobierno de la Concertación, no se ha hecho nada concreto frente a la realidad del aborto en este país, que genera complicaciones a miles de mujeres que viven en el silencio enfrentando la falta de anticonceptivos y la precariedad de un sistema de salud que no garantiza la salud de calidad, soportando las leyes machistas y la precaria respuesta del gobierno de una pastilla que no se encuentra en ninguna parte y que está lejos de dar solución. Las leyes machistas permiten encarcelar a mujeres por practicarse un aborto, culparlas moralmente, dando como únicas salidas: la clandestinidad e inseguridad de un aborto o tener el hijo bajo precarias condiciones económicas. Pero a pesar de la ilegalidad del aborto, se sostiene que se producen 160.000 abortos al año y eso la ley no lo puede frenar. Sin embargo eso no es todo, porque las mujeres que tienen el dinero para pagar un aborto de calidad no quedan con graves secuelas y no van a la cárcel, mientras las pobres si. El año pasado, los reaccionarios de la derecha han hecho sus demostraciones de su machismo recalcitrante con un concierto contra el aborto de la agrupación Mirada Más Humana, dirigida por la UDI, evento donde algunas activistas lesbianas feministas fueron golpeadas. Un ataque a los derechos reproductivos más importante aún, ha sido la apelación de la derecha por terminar con el dispositivo intrauterino, un método anticonceptivo utilizado hace más de 40 años y hoy por más de 2 millones de mujeres pobres y trabajadoras, que aunque precario, casi el único método a disposición de miles de mujeres en el país, para tener algún control sobre sus cuerpos y vidas. Frente a esto, la Concertación se queda muda, anteponiendo la "pastilla del día después", que iglesias y políticos conservadores de la DC, RN y la UDI principalmente, se niegan a otorgar en las municipalidades.
Derechos laborales y salarios: Muchas mujeres en la actualidad son jefas de hogar, la cifra en el país llega a una jefa de hogar cada 5 hogares. Esto revela que existe una realidad en que las mujeres tienen que salir a trabajar para sostenerse a ellas y a sus familias. Sin embargo se hace difícil cuando la desigualdad en los sueldos continúa, existiendo una brecha salarial de un 30% con respecto al salario del hombre. Más aun si sumamos que estas mujeres están enfrentando el alza de los productos de primera necesidad, con sueldos de hambre, teniendo que ocupar todo su tiempo en el trabajo y el trabajo doméstico del hogar. Se estima que la inflación ha afectado más a las familias trabajadoras llega a un 9,4% (El Siglo Alta inflación y Políticas Regresivas), ya que lo que más consumen son los productos de primera necesidad que justamente son los que más han sufrido alzas en los precios.
El Sernam teniendo que dar cuenta de que la situación de las mujeres en el trabajo es desigual, propuso las "buenas prácticas laborales", que contemplaba normas que se aplicarían en el sector público y que los empresarios aplicarían de palabra en sus empresas. Si bien ya existen leyes como la del Acoso Sexual, que no permite supuestamente que los acosadores queden impunes, la situación es más profunda. Esto debido a que es muy difícil que las empresas privadas apliquen estas prácticas, cuando no tienen más intereses que defender los propios que son sus ganancias, que por lo demás han aumentado mucho estos últimos años, gracias precisamente a la subcontratación y la precarización de los trabajadores, es decir la superexplotación para disminuir costos. La impunidad patronal queda intacta cuando no se respetan los derechos de los trabajadores y la subcontratación es ley.
La situación laboral de las mujeres no ha cambiado mucho, porque si bien ha aumentado el porcentaje de la fuerza laboral femenina, que ha llegado a un 40,3% en el trimestre octubre-diciembre último (
Sernam.cl, Aumentó participación de las mujeres en marcado laboral, 31/01/08) ; lo que la ministra relaciona con la apertura de salas cunas y jardines infantiles en los lugares de trabajo, avance en educación y la apertura económica; las condiciones laborales de las trabajadoras de los sectores estratégicos de la economía del país, como en las salmoneras, es de las más precarias y duras. Este sector contrata a mayor cantidad de mujeres que de hombres, porque puede pagarles menos salario. Las mujeres salmoneras reciben un salario que apenas les permite vivir, pues con esfuerzo haciendo horas extras, alcanzan un salario que no supera ni los 200.000 pesos en muchos casos. Entonces si bien es positivo que mayor cantidad de mujeres trabaje, esto no quiere decir que las condiciones de vida cambien mucho a su favor. Esto lo demuestra estudios que revelan que las mujeres en este sector sufren enfermedades y condiciones duras y extensas de trabajo, además de la brecha salarial presente en todo el mercado laboral, que paga menos a las mujeres por el mismo trabajo. En una entrevista una dirigente sindical el 2006 (http://www.forociudadano.cl/) reveló el grave problema que se vive al interior de la empresa, ella describe así la situación: "uno pensaba que cuando le daban el trabajo venía una vida más tranquila, pero no es así, aparecen nuevas injusticias. A veces los supervisores le dicen a las mujeres: "pides mucho permiso para ir al baño, no puedes continuar así y si te gusta este trabajo te quedas, si no, te vas. No es bueno ir al baño porque se pierde mucha producción". Frente a esto ella indica que muchas mujeres han dejado el trabajo por salud. Entonces es abismante la situación privilegiada de estas empresas frente a las condiciones de los trabajadores /as que allí trabajan y la misma huelga que hoy protagonizan, lo demuestra. Les sale muy rentable a los patrones maltratar a los trabajadores /as con sueldos de hambre y condiciones precarias. Femicidio: Pese a que el femicidio parece ocurrir hace mucho tiempo en esta sociedad, al igual que el maltrato de la mujer, del cual se desprende, al parecer ha aumentado. Porque si bien desde el año 2006 que el Sernam y el gobierno de Bachelet se ha tenido que poner a la cabeza y tomar la iniciativa frente a esta situación con la campaña "No más violencia contra la mujer" que ha permitido conocer los casos de femicidio y alertar a la sociedad, conteniendo su ocurrencia con la creación de centros y casas de acogida (que fue iniciativa de mujeres pobladoras primero y grupos feministas), y otras medidas legales como la tipificación de femicidio como figura legal; sólo en lo que va del año, se han producido 14 casos. La ministra del Sernam explica que los casos de vulnerabilidad de femicidio por la baja escolaridad y la desprotección social. Pero si bien esto es cierto, no es lo de fondo. Ya que sabemos que la cantidad de mujeres que sufre violencia en la familia y por sus parejas es muy superior a lo que se piensa (alrededor del 80% de las mujeres lo sufre). Además por otra parte, las condiciones para superar el nivel de escolaridad y la vulnerabilidad social son limitadas por la misma estructura social, que condena a las mujeres a realizar el trabajo doméstico y ser dueña de casa aunque trabajen, lo que se transforma en una doble carga. Entonces si las mujeres trabajan no lo hacen en buenas, dificultándose la independencia económica con los salarios de hambre actuales y la situación desigual para las mujeres. En la marcha convocada por la "Red chilena contra la violencia doméstica y sexual", a la que asistimos por ser masiva y mostrarse contra el femicidio y la violencia contra la mujer, pudimos ver una gran convocatoria de unas 3.000 personas, entre asistentes del gobierno, iglesias y feministas, además de algunas mujeres independientes. Pese a ser importante que se haga una marcha, creemos que no es posible luchar junto con las que promueven el machismo al ser parte de las instituciones religiosas, que degradan el papel de la mujer, así como políticos /as del gobierno y partidos patronales que no defiende a las mujeres, trabajadores ni oprimidos, si no que a los empresarios. Por eso creemos que para terminar con el femicidio tienen que ser las organizaciones de los trabajadores, feministas y estudiantiles los que se pongan a la cabeza de tratar este tema y exigir medidas concretas junto a las mujeres pobres y trabajadoras. Es por esto que es poco lo que la Concertación y la derecha pueden hacer, cuando gobierna para los empresarios, con planes de trabajo precario para los trabajadores, manteniendo leyes de la dictadura y profundizando la sobreexplotación.
Este 8 de Marzo queremos conmemorar a las trabajadoras que lucharon en el pasado siglo y las que hoy luchan contra las condiciones impuestas por la patronal, siendo parte como trabajadoras de la recomposición de la clase trabajadora en sus luchas y organización como en la actual huelga de los sindicatos de Aguas Claras/ Antarfish. Cada vez son más las mujeres que son parte de la clase trabajadora y por tanto tienen un papel muy importante en la lucha por los derechos de los trabajadores y las mujeres. Llamamos a un 8 de marzo que cuestione las condiciones laborales de las trabajadoras del salmón actualmente en huelga, con alternativas de lucha frente a la situación de miles de mujeres pobres y trabajadoras que viven a diario una situación de maltrato, subordinación y desigualdad, porque el género nos une, pero la clase nos divide. Por eso llamamos a las organizaciones de izquierda, trabajadores, feministas, oprimidos e independientes a que levantemos una lucha contra el femicidio, la discriminación a la mujer y las minorías sexuales; contra la brecha salarial; por el derecho al aborto y a anticonceptivos libres, legales, seguros y gratuitos; derechos de posnatal y para la maternidad libre; iguales salarios por igual trabajo; por trabajo estable para todos y todas, fin a la subcontratación; por un sueldo igual a la canasta familiar móvil de $350.000; por jardines infantiles gratuitos e irrestrictos para madres trabajadoras y estudiantes. Desde Clase contra Clase, creemos que para defender estas demandas y luchar hasta el final, tenemos que construir un partido de trabajadores /as revolucionario.
Viva la lucha de la mujer trabajadora del salmón. Por el derecho efectivo a huelga. Por negociación por rama.
A igual trabajo, iguales salarios y derechos. Por un tarifado Unico por Oficio en cada rama de trabajo.
Fin de la subcontratación. Trabajo estable para todos. Por un salario mínimo de $350.000 ajustable automáticamente por inflación.


¡Por anticonceptivos y aborto libre, gratuito y de calidad! ¡Por derechos de posnatal y maternidad libre! ¡No más violencia contra la mujer, no más femicidio!


"El género nos une, la clase nos divide"
Género & Clase – Clase contra Clase


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