Desde el año pasado, la derecha y la iglesia, han estado posicionándose en el caso de la "píldora del día después", con un recurso en contra de esta medida que la Concertación impulsó como respuesta al embarazo adolescente. Pero han ido más allá y una vez más pasaron a llevar nuestros derechos reproductivos y se han autoproclamado dueños y señores de nuestros cuerpos y destinos, rechazando el derecho a:
• T de Cobre
• Píldoras Anticonceptivas de Emergencia que contengan levonorgestrel (pastilla del día después)
• Píldoras combinadas (anticonceptivos normales) que contengan levonorgestrel y un estrógeno (todas las pastillas que dan en los consultorios)
•Servicios de anticoncepción y consejería a jóvenes mayores de 14 años sin consentimiento de sus padres/madres.
El fallo del Tribunal Constitucional finalmente determinó en los días 2 y 3 de Abril, (de 5 votos contra 4) prohibir:
• Píldoras Anticonceptivas de Emergencia que contengan levonorgestrel (pastilla del día después)
• Píldoras combinadas (anticonceptivos normales) que contengan levonorgestrel y un estrógeno (todas las pastillas que dan en los consultorios)
Esto no es nada nuevo, porque la derecha y la iglesia cada vez que se ha abierto el debate, lo llevan a los marcos valóricos y morales, que esconden su verdadera posición. Ya que cada vez que surge la discusión plantean que prácticamente todos los anticonceptivos son abortivos, imponiendo su visión ideológica. Si la iglesia pretende mostrarse a favor de la vida, sólo protegen una sociedad que necesita seguir generando personas, nuevas generaciones de mano de obra, porque las que no tenemos las condiciones económicas para criar un hijo, ni siquiera podemos pensar en tener una vida decente con los sueldos de hambre y los pocos derechos que tenemos, como para además estar obligadas a cargar con hijos si no queremos o no podemos. Lo que hacen es anteponer la vida de otro ser humano, por sobre las condiciones de vida de nosotras las mujeres, que somos las últimas en poder decidir sobre nuestros cuerpos y vidas y si lo hacemos a favor del aborto, somos condenadas.
Cuando hablamos de derechos reproductivos, se trata de derechos que han sido conquistados por las mujeres años atrás, con luchas, ascenso de las masas, cambios sociales y culturales. El debate valórico pretende darle espacio a que la derecha y la iglesia impongan una visión que argumentan diciendo que los anticonceptivos impiden la implantación del óvulo en el útero, pero si es así, podrían estar contra cualquier método. Son muchas las adolescentes que quedan embarazadas por no haber podido optar, teniendo que cargar quieran o no con un hijo que les cambiará la vida. Pero la realidad de las mujeres se ve cruzada por la necesidad de optar, por lo que muchas deciden abortar, por muchas causas, económicas o por no querer tener hijos simplemente. ¡Hoy ocurren en el país entre 160.000 y 200.000 abortos al año, aun cuando el aborto es ilegal; mañana, con el reciente fallo, ocurririán el doble de abortos y tendríamos el doble de mujeres MUERTAS por abortos clandestinos!
Es por esto que no se puede tapar con un dedo una realidad que la ley contra el aborto o la posición de la derecha y la iglesia por limitar nuestras opciones intentan tapar. Por otra parte es una discusión que tiene carácter de clase, porque es sabido que las mujeres que tienen el dinero para pagar un aborto en una clínica privada acceden a él sin quedar con secuelas, mientras las que no tienen el dinero, las pobres y las trabajadoras, no tenemos opción y hay, además, cárcel y castigo para las que son denunciadas a la justicia. Tampoco la Concertación puede dar una solución hasta el final, porque si bien es la derecha y la iglesia las que han impuesto su postura conservadora, el gobierno de Bachelet ha prometido la pastilla del día después como una medida que se deja a la decisión de cada municipalidad su entrega, además de que no es gratuita. Entonces si bien la Concertación defiende los anticonceptivos, no le da una lucha política a la derecha hasta el final y se queda en medidas que hasta hoy han sido soluciones parches. Esto porque no ha dado grandes soluciones a la realidad del aborto en este país, donde tenemos una de las leyes más restrictivas que deja a mujeres en la cárcel, con complicaciones, muertes de mujeres por aborto clandestino por no tener dinero para pagar un aborto decente, como lo hacen las mujeres acomodadas. Simplemente deciden otros por nuestros cuerpos y vidas, mientras la derecha es conservadora, la concertación más democrática no da soluciones hasta el final. No se trata entonces sólo de defender las pastillas y métodos anticonceptivos y de que estos no sean abortivos, sino que debemos luchar por condiciones y derechos reproductivos de calidad, gratuitos y libres.
Frente a esto, desde Género y Clase, luchamos por:
¡El derecho a anticonceptivos y ABORTO: libres, gratuitos y de calidad!
¡Por educación sexual para todos y todas!
¡Por el derecho a la maternidad libre y derechos de posnatal!
¡Por jardines infantiles gratuitos e irrestrictos para madres trabajadoras y estudiantes!
www.clasecontraclase.clwww.armasdelacritica.cl
http://claseygenero.blogspot.com
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