El Género nos une, la Clase nos divide

Mientras vamos marchando, marchando a través del hermoso día
Un millón de cocinas oscuras y miles de grises hilanderías
Son tocados por un radiante sol que asoma repentinamente
Ya que el pueblo nos oye cantar: ¡Pan y rosas! ¡Pan y rosas!

Mientras vamos marchando, marchando, luchamos también por los hombres
Ya que ellos son hijos de mujeres, y los protegemos maternalmente otra vez
Nuestras vidas no serán explotadas desde el nacimiento hasta la muerte
Los corazones padecen hambre, al igual que los cuerpos
¡dennos pan, pero también dennos rosas!

Mientras vamos marchando, marchando, innumerables mujeres muertas
Van gritando a través de nuestro canto su antiguo reclamo de pan
Sus espíritus fatigados conocieron el pequeño arte y el amor y la belleza
¡Sí, es por el pan que peleamos, pero también peleamos por rosas!

A medida que vamos marchando, marchando, traemos con nosotras días mejores
El levantamiento de las mujeres significa el levantamiento de la humanidad
Ya basta del agobio del trabajo y del holgazán: diez que trabajan para que uno repose
¡Queremos compartir las glorias de la vida: pan y rosas, pan y rosas!

Nuestras vidas no serán explotadas desde el nacimiento hasta la muerte
Los corazones padecen hambre, al igual que los cuerpos
¡pan y rosas, pan y rosas!


* Este poema del escritor norteamericano James Oppenheim, escrito a principios del siglo XX, es un homenaje a las mujeres trabajadoras que protagonizaron el movimiento huelguístico conocido con el nombre de PAN Y ROSAS. James Oppenheim era un activista afiliado al sindicato combativo IWW (Industrial Workers of the World).
Según la tradición, durante una manifestación de 15.000 obreras textiles neoyorquinas en marzo de 1908, un grupo de mujeres jóvenes portaban una bandera con la inscripción: "Queremos pan, y también queremos rosas", frase que inspiró este poema que luego se ha convertido en una canción popular de la clase obrera norteamericana. En la historia del movimiento obrero norteamericano, el movimiento huelguístico de PAN Y ROSAS se considera una de las primeras manifestaciones organizadas de mujeres obreras que reclamaban por aumento de salarios y mejores condiciones de trabajo y de vida. En el movimiento feminista, posteriormente, la expresión PAN Y ROSAS se utilizó, metafóricamente, para sintetizar la unidad de las demandas de género y de clase.

Igualdad entre hombres y mujeres avanza lento en América Latina, según CEPAL

Fuente :AFP

SANTIAGO.- La igualdad entre hombres y mujeres avanza a paso lento en América Latina en temas como la remuneración, según un informe de la CEPAL difundido este martes que reconoce sin embargo progresos en el acceso a la educación y en temas de representación política.

El documento, "Desarrollo del Milenio 2006: una mirada a la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer", concluye que pese a que en los últimos años las mujeres han pasado a ocupar espacios cada vez más importantes en la toma de decisiones, "siguen sobre representadas entre los pobres y sub representadas en la política".

La clave de esta postergación "está en que las mujeres no han podido romper el mandato cultural que las lleva a realizar las labores domésticas, así como por la ausencia de los hombres en las actividades de cuidado de los niños", explica el texto presentado en la sede de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

"La responsabilidad primaria del cuidado del hogar limita su tiempo y sus oportunidades de participar en el mercado laboral, reduciéndose en el largo plazo el acceso de las mujeres a beneficios de seguridad social", resalta el informe.

Esa situación lleva a las mujeres a tener una participación en los ingresos totales de la región de un 33%, frente al 67% de los varones.

La mayoría de las mujeres de la región se desempeña en labores domésticas no remuneradas. Las que trabajan fuera del hogar, lo hacen en actividades de escasa calificación y en todos los casos, reciben en promedio sueldos un 24% menor al de un varón desarrollando la misma actividad.

La brecha entre los ingresos entre hombres y mujeres se incrementa en zonas rurales, así como entre las mujeres con más años de educación, de acuerdo al informe.

Entre los avances, el documento de la CEPAL destaca la eliminación de las desigualdades entre los sexos en el acceso a la educación. "El acceso y la cobertura en educación para ambos sexos es una de las áreas más exitosas de la región", señala el texto.

Incluso en la mayoría de los países latinoamericanos la matrícula femenina es superior tanto en el nivel secundario de enseñanza como en el superior.

Son visibles también algunos avances en materia de representación política, con una representación parlamentaria en América Latina de un 20% en 2006, que se situó por arriba del promedio mundial, de un 17%.

No obstante "la paridad aparece todavía como un horizonte lejano", concluye el informe.

Cámara suscribe compromiso por la no violencia contra la mujer

Fuente :La Segunda Internet
Mediante una serie de iniciativas de acción, los jefes de las diversas bancadas parlamentarias realizaron este acto de acuerdo que contó con la participación de la Ministra de Serman.
El Presidente de la Cámara de Diputados, Patricio Walker, junto a los jefes de bancadas de los diversos partidos políticas tanto de la Concertación como de la Alianza, suscribieron hoy un acuerdo de la Cámara para contribuir a la lucha por la erradicación de la violencia intrafamiliar y en contra de la mujer. Tras la firma del compromiso, la Ministra del Sernam, Laura Albornoz aplaudió la iniciativa, planteando su satisfacción a los presentes.

Mediante el estampado de su firma en una gigantografía que contiene los principales puntos de compromiso, los diputados Fernando Mesa, vicepresidente de la corporación, y los jefes de bancada del PS, Fulvio Rossi; Roberto León (DC), Mario Bertolino (RN) y Jorge Ulloa, de la UDI, entre otros, sellaron este pacto que de acuerdo a las palabras de todos, trasciende las diferencias de pensamientos de cada bancada, para unificar criterios en pos de la no-violencia.

De acuerdo con lo señalado por el diputado Patricio Walker, impulsor de la iniciativa, esta "consiste en un compromiso, un conjunto de medidas, para luchar, para tener tolerancia cero, en contra de la violencia intrafamiliar, especialmente, contra la violencia hacia la mujer, y particularmente, contra el asesinato contra al mujer. Llevamos en lo que va del año 58 mujeres muertas, todas las semanas muere una mujer, y el 50% de las mujeres reconoce haber sido victima de violencia en sus vidas, de las cuales el 90% lo ha sido por parte de sus parejas. Esto, francamente, no da para más".

Walker agregó que como primera medida, "hemos acordado solicitar a la Presidenta de la República, poner suma urgencia al proyecto de ley que modifica el código penal, y el decreto ley 321, para sancionar claramente el asesinato a mujeres, aumentando las penas para este delito. Por cierto, lo mismo para el proyecto que ya aprobó la Cámara, que sanciona el maltrato habitual contra mujeres, permitiendo que sean los fiscales –el Ministerio Público- que conozcan directamente este tipo de denuncias, y no esperar que los tribunales de familia tengan que calificar los delitos previamente".

En segundo término, los diputados comprometieron apoyar las indicaciones que ha enviado el Ejecutivo, que eliminan la posibilidad de obtener la libertad condicional para las personas que han sido condenadas por temas de VIF, y contra las mujeres, más aun habiendo homicidio de por medio. La Cámara también apoyará las gestiones relacionadas con la petición de divorcio por parte de la persona afectada, en contra de quien ha cometido el acto de violencia. Esto en el caso de las parejas vinculadas conyugalmente.

Del mismo modo, los parlamentarios solicitaran el incentivo gubernamental para que en las mallas curriculares de los establecimientos educacionales, efectivamente se enseñe a respetar a las mujeres, y todo lo que tiene que ver con las relaciones interpersonales afectivas, y familiares libres de violencia.

"Finalmente –concluyó Walker-, nos comprometemos a promover programas nacionales de capacitación, y sensibilización en materia de DD.HH. y violencia contra las mujeres, por parte de los Ministerios, departamentos de familia, organizaciones, la policía, etc… (Porque) así como se han logrados acuerdos unánimes en materia de educación, de seguridad ciudadana, nosotros deponiendo nuestras diferencias legítimas, hemos tenido un acuerdo unánime en torno a estos compromisos".
Presidencia Cámara Diputados, Miércoles 05 de Diciembre.

Estudio señala que las mujeres tienen empleos de menor calidad y una sobrecarga en el hogar

Fuente :La Segunda Internet
Sólo el 55% de las mujeres cotiza en algún sistema previsional, mientras que el 72% de los hombres sí lo hace.
Las mujeres trabajadoras de Santiago tienen empleos de menor calidad que los hombres, asumen una carga desproporcionada de labores domésticas, y enfrentan una brecha de género que aumenta en los niveles socioeconómicos más bajos, dice el Barómetro sobre calidad de trabajo, presentado hoy por ComunidadMujer, Datavoz y OIT.

Este Barómetro, que se realizará anualmente a partir de 2007, estudia en profundidad la realidad de los trabajadores de la ciudad de Santiago, mediante una encuesta a una muestra representativa de ocupadas y ocupados.

El estudio aborda por primera vez, variables objetivas sobre la calidad del empleo junto con variables subjetivas relacionadas con las percepciones y valoraciones que las personas hacen de su actividad laboral.

La presentación del estudio, que se realizó hoy en la sede de la OIT, incluyó los
comentarios del director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Juan Somavía; del subsecretario de Trabajo y Previsión Social, Zarko Luksic, del presidente de la comisión de Trabajo, Capacitación y Empleo de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Andrés Concha; y del presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Arturo Martínez.

Gran desigualdad entre hombres y mujeres
Según el informe que presentaron la presidenta de ComunidadMujer, Esperanza Cueto, la directora ejecutiva de Datavoz, Carla Lehmann y la especialista en género de la OIT, María Elena Valenzuela; las mujeres que trabajan aportando ingresos al grupo familiar son también las que sobrellevan la mayor carga de trabajo doméstico y de las responsabilidades familiares.

El Barómetro revela que entre los trabajadores dependientes, la proporción de hombres con contrato es significativamente mayor que la de mujeres (80% y 64% respectivamente). Respecto de las cotizaciones previsionales, los datos señalan que un 72% de los hombres que trabaja está cotizando en algún sistema previsional, mientras sólo un 55% de las mujeres lo hace.

El "Barómetro" también destaca que:

· La mayoría de hombres (86%) y mujeres (67%) trabaja jornada completa
· Las mujeres trabajan en promedio menos horas semanales que las hombres (38 horas versus 47) (este dato no se si es bueno incluirlo si se esta haciendo hincapié en la sobrecarga que viven las mujeres)
· Sólo una de cada 3 mujeres quisiera trabajar más de lo que trabaja con un aumento proporcional de sueldo. Esta cifra es similar en el caso de los hombres.
· La proporción de hombres que ha tenido un ascenso en los últimos 3 años (20%) es más del doble que la de las mujeres (8%).
· Para el caso de los aumentos reales de sueldo, 33% de los hombres y
· 25% de las mujeres han tenido un aumento en los últimos 3 años.
· En cuanto a la discriminación de género, 2% de los hombres declara haber
· sufrido este tipo de experiencia en los últimos 12 meses, en comparación con un
· 14% de las mujeres.

Según Carla Lehmann, directora ejecutiva de Datavoz, "llama la atención que, a pesar de que las mujeres tendrían trabajos de menor calidad objetiva, en términos subjetivos, se encuentran igualmente satisfechas que los hombres con sus trabajos. Este es un hallazgo que merece ser estudiado con más profundidad".

La presidenta de ComunidadMujer, Esperanza Cueto, hizo énfasis en la importancia de centrar la atención en las mujeres de bajos recursos. "Su trabajo es precisamente una de las herramientas que tienen sus familias para salir de la pobreza y, por lo mismo, son las que más necesitan trabajar. Los datos que hoy hemos entregado confirman la gran desigualdad de estas mujeres en relación a los hombres y, también, con las mujeres de mayores ingresos. Hoy tenemos una oportunidad real de avanzar a partir del trabajo del Consejo de Equidad y de la apertura al debate, por lo que el Barómetro Mujer y Trabajo es claramente un aporte".

Responsabilidades familiares
El estudio indica que las labores domésticas como lavar, hacer el aseo, preparar la comida y hacer las compras, son actividades que realizan principalmente las mujeres. Sobre el 60% de las entrevistadas señala que están a cargo de estas tareas. Este porcentaje crece a medida que aumenta la edad y disminuye el nivel socioeconómico.
En el caso de los hombres, este porcentaje varía entre el 9% y el 18%.

Además, un 69% de las mujeres declara que son generalmente ellas las encargadas de distintas tareas asociadas al cuidado de los niños, siendo siempre este porcentaje inferior a 10% en el caso de los hombres.

Un mayor porcentaje de trabajadoras que de trabajadores se declara cansada,
considera que trabaja más de lo que le gustaría en las tareas domésticas y se declara insatisfecha con el tiempo que dedica a sí misma. Además, son las trabajadoras de menores ingresos las que enfrentan la mayor sobrecarga de trabajo doméstico y en el cuidado de la familia.

La especialista en género de la OIT, María Elena Valenzuela, dijo que esto significa que se ha producido un profundo cambio en los roles que hombres y mujeres han desempeñado tradicionalmente. "Ahora las mujeres están asumiendo al igual que los hombres el rol de proveedoras del hogar", destacó la especialista. "Sin embargo, también deben enfrentar una sobrecarga debido a las responsabilidades familiares que no son asumidas equitativamente entre hombres y mujeres".

“No más femicidio, no más muertes”. Y los caminos para darle solución.

María Cáceres.
22 de noviembre de 2007.

Nuevos casos de femicidio se han registrado estas últimas semanas, nuevamente leemos que una mujer, en este caso “Clara Llancapi Trecañanco, recibió varias puñaladas a la altura del cuello por su pareja de 34 años, identificado como César Puñoy Toledo”. Se trata de del caso número 54 de este año. El femicidio se ha hecho más visible este último tiempo tanto por su aumento, por la denuncia de las mujeres, pero sobre todo por la importancia que ha generado para el gobierno y los medios, que lo denuncian y tienen que hablar del tema. La diputada PPD Muñoz junto a María Antonieta Saa propusieron un "plan de emergencia para ir en defensa de mujeres víctimas de femicidio". El SERNAM ha respondido de similar manera, haciendo una campaña. La misma presidenta Bachelet anunció el envío de un proyecto de Ley al Congreso, para “aumentar las sanciones en contra de los hombres que agredan a sus parejas”.

Si el gobierno le ha dado importancia, es porque las organizaciones feministas lo han denunciado, poniendo énfasis en que cada caso de una mujer muerta es un atropello a los derechos humanos, explicando que es por causa del machismo. Pero si el gobierno de la Concertación se ha puesto a la cabeza, es para que no sean más que ellos los que se antepongan para dar solución y no los grupos de mujeres, para no deslegitimarse por no hacer nada, ni que se cuestione las raíces del problema, buscando dar cuenta de una realidad que ya es imposible de tapar. Pero en ningún caso buscan darle solución hasta el final. No pueden hacerlo.

¿Pero por qué el gobierno no puede acabar con los femicidios hasta el final?
No pueden dar respuesta hasta el final, porque son ellos mismos los que administran un modelo de sociedad donde su base es la explotación y la opresión y acabar con el femicidio hasta el final significa cuestionar el gobierno de los empresarios. Administran un gobierno de empresarios, entonces a la vez que buscan avanzar a explotar más a los trabajadores y posan de izquierda, sus intereses están directamente relacionados con el lugar que ocupa los oprimidos en la sociedad en los sustancial, para seguir aumentando sus ganancias y mantener su lugar. Pero es más complejo aún, porque por mucho que les choque que mueran mujeres, “la miseria de lo posible”, que es modificar la ley y muchas veces ni siquiera eso, no soluciona hasta el final este problema. Si se tipifica el femicidio como figura dentro de la ley, puede ser un primer avance, pero reconocer que existe femicidio no acabará con él, las penas a los asesinos deben ser otorgadas, pero no se terminará con el femicidio y menos con la opresión a la mujer que se ejerce día a día.

Por lo mismo, es que los grupos que creen que basta con “crear conciencia” sobre el tema, denunciar la violencia contra las mujeres, o presionar al gobierno para que haga algo, no pueden tampoco acabar con el femicidio. Los grupos autonomistas, aunque estén organizadas y usen fraseología opuesta al gobierno, al igual que los grupos de mujeres asociados con el gobierno, por distinta vía, sólo buscan que sea el gobierno el que termine dando solución a los problemas de las mujeres y el resto de los oprimidos. El autonomismo, aunque denuncie, tiene una estrategia que busca crear movimientos de mujeres, pero sin hacer alianza con ninguna clase, ni siquiera con otros oprimidos. Desconocen a la clase trabajadora. Rechazan las banderas partidarias y se agrupan sin colores políticos. No hacer alianza con ninguna clase, significa en los hechos hacer alianza con su mismo origen de clase, o adaptarse a quienes gobiernan, que son los partidos de la Concertación y la derecha. Rechazar los partidos va por el mismo camino, que es no diferenciar partidos de la clase trabajadora y los de los empresarios. Es por esto, que si bien reconocemos que es un avance que se denuncie, que se tomen medidas, y que se forme la “Red chilena contra la violencia doméstica y sexual”, creemos que no es suficiente.

Desde Clase contra Clase, decimos que el femicidio es la violencia contra la mujer llevada al extremo, no es un “crimen pasional”, sino el asesinato de una mujer, por manos de su pareja principalmente, pero sobre todo por el hecho de ser mujer. Pero no es sólo un problema de poder como decíamos antes, sino de las bases de la sociedad. Creemos que no basta con denunciar el femicidio, sino que además prepararnos para luchar contra él y las miserias del capitalismo, entendiendo que sólo con la preparación de la movilización de las mujeres, tras las fuerzas de la clase trabajadora, podamos tomar en nuestras propias manos esta lucha. Para ello es necesario explicarse hasta el final el problema del femicidio y la violencia contra las mujeres, que no tiene otra raíz que la opresión patriarcal milenaria que hoy se expresa de diversas formas en la sociedad capitalista, pero que básicamente mantiene las mismas raíces. Estas raíces se siguen expresando hoy en la sociedad capitalista de explotación clases en desigualdad y violencia para las mujeres, en explotación a los trabajadores, etc. Para empezar a terminar con el femicidio y los problemas de los oprimidos, hay que dar una lucha desde hoy por una reforma que ayude a cambiar en algo esta situación. Sin embargo para luchar hasta el final, hace falta plantearse terminar con la explotación y la opresión, terminar con la sociedad capitalista.

Esta lucha la daremos desde Clase contra Clase, llamando a los sindicatos y organizaciones de trabajadores, a discutir y plantearse medidas frente al problema, daremos respuesta llamando a hacer conciencia, pero a prepararnos para tener una política de autoorganización de las mujeres, tras la clase trabajadora, para luchar por soluciones considerables, como una ley que ponga al servicio de todas las mujeres, los medios necesarios para protegerse, independizarse, que sea de forma gratuita y de calidad. Soluciones que sólo lograremos con la movilización y no confiando en la Concertación y la derecha. Esta lucha la daremos sobretodo, levantando un partido de trabajadores revolucionario que se plantee liderar estas luchas, para acabar con la explotación y la opresión de todo tipo.

Marcha Orgullo GLTTB 2007



El 26 de agosto recién pasado se conformó la Federación Chilena de la Diversidad Sexual (Fedisech). Esta instancia representa un enorme logro para la comunidad gay, lésbica, bisexual, transexual, transgénero e intersexual de nuestro país, pues se instituye como una agrupación que se propone llevar adelante las luchas de las minorías sexuales utilizando una estrategia de carácter federativo, es decir, planteándose como un bloque mayoritario constituido por distintos grupos a nivel nacional que solían plantear sus demandas aisladamente.

En nuestro país, la discriminación es un hecho recurrente y muchas veces naturalizado que afecta tanto a las minorías sexuales, como también a etnias originarias, inmigrantes extranjeros, personas de escasos recursos, mujeres, etc. Estas formas de discriminación y/u opresión se amparan en la sociedad capitalista actual en la que nos desenvolvemos, en la que se vuelve tan común que quien posee poder o primacía sobre otro grupo pisotee a un inferior, lo que se enmarca dentro de de la explotaciópn de clases que marca los parámetros de la opresión de todas las otras diferencias. Esto se convierte en algo dolorosamente cotidiano, expresados en todas las instituciones y roles de la sociedad. Es por eso que una de las grandes luchas a la que debemos aspirar, es a combatir contra cualquier forma de opresión, discriminación y explotación.

Siguiendo esa posición, planteamos que la constitución de la Fedisech es un triunfo, no sólo en el sentido de visibilización y unión del movimiento LGTTBI, pues además podemos constatar que la Federación ya promulgó una declaración de principios, además de sus objetivos, entre los que se cuenta como un punto especialmente importante y significativo, la Ley contra la discriminación y la institución del Pacto de Unión Civil que regulan tanto la forma de vida de las personas con opción sexual distinta, como la convivencia entre parejas del mismo sexo, dando un piso de estabilidad jurídica y social, derecho democrático por el cual han venido luchando, prometido por el gobierno de la Concertación, primero y que, ahora en base al plan programado por la Fedisech, debería ser aprobado en el breve plazo.

Pero cabe preguntarse si es en realidad posible que la Concertación pueda asegurar hasta el final la no discriminación hacia las minorías sexuales. Por ejemplo, ¿evitará que trabajadores y trabajadoras sean despedidos por los patrones por el sólo hecho de ser homosexuales o ser portadores de VIH/Sida, amparándose en el pretexto de "necesidades de la empresa"? ¿Actuaría contra la impunidad patronal? No, porque desde dictadura, junto con la Derecha han mantenido y profundizado esta impunidad de la democracia para ricos.

¿Cuáles serían las consecuencias de una posible promulgación de las leyes de Pacto de Unión Civil entre parejas del mismo sexo y Antidiscriminación? O más bien, ¿por qué esta sociedad capitalista neoliberal se niega tanto a acceder a este derecho?

Consideramos que las bases de este sistema patriarcal, neoliberal y capitalista se han fundado en la institución de la familia tradicional, enmarcada en la sociedad de clases. En la familia se perpetúan los roles sociales, de género, religiosos y morales; se instruye que la función básica de la pareja, por tanto núcleo familiar, es la reproducción de roles serviles al capitalismo, y en la familia de clase trabajadora y pobre, la reproducción de mano de obra barata servil a la explotación capitalista. Con respecto a la mujer, que ésta se subyugue a cumplir roles de lo que una mujer debe ser, es decir relegarse a ser una madre y esposa ejemplar lo quiera o no, y adoptando características correspondientes: maternal, sumisa y solícita a cumplir sus obligaciones. Por otro lado, al hombre se le insta a tomar un papel de jefe de hogar, de proveedor económico, debe tener un carácter fuerte poco asociado con lo sentimental, más bien con lo racional. Por supuesto que bajo estos márgenes, estos roles impuestos deben complementarse al extremo de que una relación en la que esto no suceda, no sea socialmente aceptada o no sirva para reproducir los roles sociales correctos

Resumiendo, cualquier relación homosexual, por atentar contra la familia, por ende atentará también contra las bases heteropatriarcales de esta sociedad neoliberal, donde opresión y explotación se conjugan para mantener este orden.

Una de los principales defensores de la institución de la familia y la sociedad heteropatriarcal es la Iglesia, además de ser en Chile históricamente una acérrima defensora del pacto social y maquilladora de las políticas del estado neoliberal y capitalista. Hipócritamente afirman aceptar a los homosexuales por ser hijos de Dios, mientras hace tan sólo unos días una profesora fue discriminada por el vicario para la Educación de San Bernardo, esgrimiendo que su orientación sexual lésbica no era compatible con el ejercicio de su profesión; mientras la Iglesia realiza campañas apelando a la Derecha para impedir que la ley anti-discriminación sea votada, posando de democráticos y anticipándose a que los trabajadores y oprimidos se organicen y luchen por sus demandas .

Como vemos, no podemos confiar en instituciones que defienden el orden patronal y que pretenden perpetuar el sistema de opresión, explotación y discriminación en el que vivimos las mayorías explotadas y todo tipo de minorías oprimidas día a día.

Desde la Comisión de Género y Clase de la organización Clase contra Clase planteamos que la lucha por nuestros derechos y demandas democráticas, debe llevarse a cabo con organización, aliándonos con la clase trabajadora, que es la única clase capaz de agrupar a los oprimidos y explotados tras de sí para lograr una real transformación de la sociedad desde los pilares de la sociedad capitalista patriarcal y neoliberal.

Aborto, Hipocresía y Pobreza

Por Virginia Peña


Hace unos días salió la noticia de que una joven de 18 años había abortado en Los Angeles, debido a las avanzadas semanas de gestación el feto fue expulsado y depositado en un contenedor por ella y su pololo.
Posteriormente debido a las secuelas del aborto la joven pidió atención en el Hospital Base de Los Angeles, donde –según informa el reaccionario Diario la Tercera del 27/5/2007 “El médico dio aviso a Carabineros, quienes realizaron las primeras averiguaciones. La Sección de Investigaciones Policiales (SIP) dio con la vivienda del pololo de la mujer…quien al verse acorralado contó lo que había sucedido… El fiscal de turno, Rodrigo García, dispuso una orden policial para que ambos jóvenes sean formalizados por el delito de aborto.” La joven quedó detenida.
Este hecho muestra toda la hipocresía en torno al tema del aborto en Chile. Porque si esta joven hubiese sido de clase media o alta, se hubiera hecho un aborto con un médico-el Barrio Alto está lleno de clínicas abortivas y médicos que lo hacen en condiciones higiénicas y seguras, incluso brindándole a las mujeres antibióticos y medicamentos- este hecho hubiera “pasado piola”, nada se habría sabido de él y menos esa joven hubiera sido imputada..
Sin embargo para desgracias esta joven de Los Ángeles era pobre, y no tenía recursos para esta opción. En Chile son las mujeres pobres las que pagan con cárcel y son juzgadas pro abortar. Es decir, como todo en este país, esta justicia “para ricos” solo acusa a las mujeres pobres, mientras hace la “vista gorda” con todas aquellas de sectores altos que recurren a estos métodos pero están protegidas por sus apellidos.
Ser una joven pobre en Chile es terrible: no tienes acceso a educación sexual como corresponde (los mismos hipócritas que se oponen a la educación sexual en los colegios luego condenan los abortos); no acceden a métodos anticonceptivos seguros de forma fácil y accesible (es una tremenda burocracia acceder a ellos o tiene un costo que muchas no pueden pagar); la tremenda represión cultural hace que tengan sexo inseguro (la mayor parte son madres jóvenes); y además si se embarazan y se hacen un aborto corre riesgo su vida y terminan hospitalizadas producto de abortos mal hechos, en condiciones deplorables y además denunciadas por los “éticos” médicos a la justicia.
Todo lo opuesto le ocurre a las mujeres de sectores altos.
Hipócritas, esta es la palabra que define la postura de los medios de comunicación, la iglesia, la derecha y los políticos patronales frente al tema, mientras el gobierno de la Bachelet solo toma una medida mínima como la distribución de la píldora del día después que no resuelve el problema de fondo.
Una mujer pobre-según todos estos sectores-debe tener a toda costa su hijo/ja, ¿pero en que condiciones? Porque lo más probable es que ese hijo/ja de una mujer pobre termine como un explotado más en este sistema miserable; o caiga en la delincuencia; o sumido en la violencia existente en gran parte de los hogares chilenos. Ese es el futuro de un niño o niña de un hogar pobre de Chile y más de una joven madre soltera. ¿hay que tener los hijos a toda costa? Entonces que estos hipócritas se hagan cargo de lo que dicen y les garantice a esos niños/ñas educación y salud gratuita; trabajo digno, etc. Imposible en uno de los países mas desiguales del mundo, en esta democracia “para ricos”.
Recientemente el Papa Benedictino dijo en Brasil que la iglesia reafirmaba su oposición al aborto; mientras por años ocultó la pedofilia y violaciones sistemáticas existentes entre sus miembros. Hipócritas
En Ciudad de México recientemente se aprobó el aborto legal; hasta las 12 semanas de gestación, sin que la mujer tenga que dar explicaciones de porqué desea abortar. Es un paso adelante.
NO a la criminalización de las mujeres pobres¡¡¡
Basta de que los curas, políticos y periodistas nos den sermones sobre nuestros cuerpos¡¡¡
Queremos decidir sobre nuestro propio cuerpo¡¡¡
Anticonceptivos para decidir y aborto legal para no morir¡¡¡

Así desde Clase contra Clase, luchamos por:
* Asesoramiento, educación e información sexual y sobre métodos anticonceptivos en escuelas, establecimientos y hospitales sin discriminación de edad, sexo, género, orientación sexual, estado civil, etnia, clase, etc
* Que los hospitales públicos y los centros de salud garanticen gratuitamente cualquier método anticonceptivo (oral, DIU, preservativos e incluso los métodos de esterilización definitiva) a toda persona ante su sola y libre decisión, después de haber recibido asesoramiento adecuado sobre su eficacia y sus contraindicaciones.
* Derecho de toda mujer, si así lo deseare, a interrumpir su embarazo mediante el aborto seguro, libre y gratuito, realizado en hospitales públicos, garantizando la salud psicofísica y la dignidad de la solicitante.